Mons. Lozano: "Jesús quiere entrar en tu casa"

  • 6 de junio, 2021
  • San Juan (AICA)
En tiempo de confinamiento, el arzobispo de San Juan de Cuyo invitó a rezar y hacer memoria de los momentos en los que cada uno pudo recibir a Jesús en la comunión, o alabarlo en adoración.

"El confinamiento dispuesto por las autoridades nacionales y provinciales nos obliga a estar en casa el sábado y el domingo. Esto nos limita para encontrarnos con amigos, circular por la calle… Para quienes somos creyentes y practicantes, es una prohibición para celebrar juntos la fe. Y justo nos toca esta situación en el fin de semana en el que la Iglesia Católica en todo el mundo celebra la solemne fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo”, planteó el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano.

El arzobispo sanjuanino reconoció que muchos feligreses le acercaron comentarios de rechazo a esta suspensión, y del cupo de 20 personas por templo para las celebraciones religiosas, cuando en el resto de las actividades se autoriza al 30%. 

Acerca de las limitaciones a las celebraciones religiosas, monseñor Lozano compartió unos párrafos del mensaje reciente de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina.

En este sentido, el arzobispo afirmó que “Jesús no se queda encerrado en el sagrario de cada parroquia o capilla. Él quiere encontrarse con nosotros también en estas condiciones concretas”.

“Cuando un sacerdote u obispo esté celebrando la misa ampliará su corazón para estar con sus fieles, y así espiritualmente agrandar el altar hasta llegar a tu casa. Por medio de la televisión, la radio o alguna de las redes sociales vas a poder sumarte a la oración. Sin duda que no es lo mismo que estar en el templo cantando y rezando juntos como familia de los hijos de Dios. Pero algo es mejor que nada”, destacó.

Monseñor Lozano invitó en este día a rezar y hacer memoria de los momentos en los cuales pudiste recibir a Jesús en la comunión, o alabarlo en adoración”.

“La fe y el amor no están alcanzados por el confinamiento. El Espíritu Santo no está encadenado. Te invito de manera particular a orar antes de comer y bendecir de manera especial el pan que está en la mesa familiar”.+

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