Mons. Ñáñez: La Trinidad evidencia la dignidad inalienable de la persona humana

  • 1 de junio, 2021
  • Córdoba (AICA)
"Una dignidad que debe ser reconocida, respetada y promovida en las múltiples relaciones de la persona: familiares, laborales, sociales", enfatizó el arzobispo de Córdoba.

El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió la misa dominical en la parroquia Santísima Trinidad, del Barrio Alto Alberdi, de la capital provincial, donde destacó que Dios es único, no hay otro, pero no solitario: Un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

“Tres personas distintas y un solo Dios verdadero”, subrayó, y aclaró que este misterio no es “algo oscuro, sino, por el contrario, algo sumamente luminoso”.

El prelado cordobés marcó también que en la revelación de este misterio “descubrimos un gesto de bondad, un gesto de amistad de parte de Dios”.

“La actitud que cabe ante este ministerio es el asombro de la fe. Lo primero asombrarse frente a este misterio; admiración, por la belleza, porque adentrándonos en este misterio descubrimos su belleza desbordante, y que mueve a la adoración sincera, hecha de homenaje y adhesión”, puntualizó.

“El Espíritu Santo que nos envía, nos lleva a Jesús, y nos hace conocer toda la Verdad; y la Verdad no es una mera afirmación”, explicó.

El arzobispo afirmó que todo lo dicho pone de relieve “la dignidad inalienable de toda persona humana, amada y rescatada por Dios; invitada a la amistad con Él”.

“Una dignidad que debe ser reconocida, respetada y promovida en las múltiples relaciones de la persona: familiares, laborales, sociales”, enfatizó.

“Esta dignidad debe inspirar actitudes y acciones consonantes. En las actuales y dolorosas circunstancias de la pandemia del coronavirus, debe dar lugar al cuidado”, agregó.

Por último, monseñor Ñáñez invitó a “dejarse querer por Dios” y animó a vivir la alegría de “creer en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y reconocernos sus hijos muy queridos”.+