Mons. Mestre: "La Iglesia es misterio de comunión misionera"

  • 1 de junio, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, seleccionó las palabras "intimidad", "seguridad" y "conducir", para su reflexión de este domingo de la Santísima Trinidad.

El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, al meditar sobre las lecturas del domingo de la Santísima Trinidad, propuso tres puntos para reflexionar sintetizados en las palabras: “intimidad”, “seguridad” y “conducir”. 

El prelado recordó que “este domingo celebramos el misterio de la Santísima Trinidad: un Único Dios verdadero y tres Personas Divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.

“Más que nunca se pone ante nuestros ojos el desafío de ser una Iglesia comunión por su raíz profundamente trinitaria”, subrayó.

El obispo marplatense destacó que “la Iglesia, como Pueblo de Dios a imagen de la Santa Trinidad, es misterio de comunión misionera” y completó: “Tanto la Escritura como el Magisterio no dejan nunca de insistir en la identidad de comunión que posee la Iglesia”.

“Comunión real que se hace patente en la bella expresión Iglesia, comunidad de amor, que transmiten algunos documentos magisteriales”.

“En nuestro contexto pastoral, recordemos más que nunca las palabras de San Juan Pablo II que nos invita a hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión. El Magisterio del papa Francisco nos insiste en la misma línea de comunión en muchas oportunidades, desde las categorías del diálogo, la cultura del encuentro y la fraternidad”, puntualizó.

Monseñor Mestre afirmó que “el fundamento de esta comunión no será fruto de nuestro esfuerzo humano sino de la presencia del Dios Uno y Trino que actúa en los corazones. La comunión brotará de una vivencia de Iglesia Pascual, abierta a la gracia de Dios y que tiene su fuerza y fundamento en la Santísima Trinidad”.

“El Evangelio nos recuerda el envío de Jesús a todos los pueblos para bautizarlos ‘en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo’”.

Llamar a Dios Abba: intimidad y cercanía
“En la segunda lectura aparece la denominación Abba para referirse a Dios Padre. Esta palabra de origen arameo significa papá. Es la expresión que usa el niño para referirse a su padre en la vida íntima de la familia”, explicó.

“Por eso, poder llamar al Padre Dios Abba significa la profunda ´intimidad´ y cercanía que Dios nos ofrece. Siendo criaturas, débiles y pecadoras, podemos llamar a Dios Abba, es decir Papá, como muchas veces llamamos a nuestros padres en el seno íntimo de la vida familiar”, comentó.

Yo estaré con ustedes todos los días: seguridad en la presencia
“Las palabras finales del Evangelio de este Domingo son la confirmación absoluta de la presencia del Señor con sus discípulos.  En los momentos de luz y de tinieblas, en gracia y en pecado, en alegría y tristeza el Maestro está todos los días acompañándonos con la ´seguridad´ de su presencia que nunca falla. Celebrar la Santísima Trinidad nos invita a vivir la alegría de la ´seguridad´ de que el Hijo nos acompañará siempre en todos los momentos de nuestra vida”, sostuvo.

Dejarnos conducir por el Espíritu
“Como un eco de la fiesta de Pentecostés que compartimos la semana pasada, hoy volvemos a retomar la acción del Espíritu Santo en nuestra vida. La segunda lectura nos invita a dejarnos ´conducir´ por el Espíritu Santo. La Tercera Persona de la Santísima Trinidad nos hace hijos en el Hijo y nos conduce según el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo”, precisó.

Por último, monseñor Mestre señaló: “Estamos llamados a ser hombres y mujeres del Espíritu de Dios que renueva la vida y toda la historia. El gran desafío será tener un corazón abierto y dispuesto para dejarnos ´conducir´ por el Espíritu”

Las reflexiones del obispo marplatense puede encontrarse en www.obispado-mdp.org.ar/a/.+