Mons. Mestre: "Cristo asciende al Padre, cerrando el circuito cristológico de la fe"

  • 18 de mayo, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"Despegar", "Aterrizar" y "Pascualizar", las tres palabras que sintetizan la reflexión de monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, en el domingo de la solemnidad de la Ascensión del Señor.

Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, al meditar sobre las lecturas de la celebración de la solemnidad de la Ascensión del Señor, destacó tres puntos para reflexionar, sintetizados en tres palabras: “Despegar”, “Aterrizar” y “Pascualizar”.

Con Cristo “despegar” de la mundanidad y del horizontalismo
El prelado marplatense afirmó que “a pesar de la fuerza de la resurrección, en este momento los discípulos todavía están pensando con las categorías del mundo. Piensan en una restauración política de Israel y no en perspectiva de vida eterna”.

“Les cuesta ´despegar´ y abrirse al Cielo. No entendieron que el Reino de Jesús no es de este mundo. Es una revolución, pero una revolución espiritual que tiene como signo distintivo el amor, es la revolución de la misericordia y la ternura”.

“Los discípulos están con un pensamiento solo intramundano que no les permite ´despegar´ hacia la dinámica del Cielo”, planteó, y consideró que “este puede ser uno de los errores de la fe también hoy. Sucumbir a la tentación de la ‘mundanización’ o ‘mundanidad de la fe y de la vida de Iglesia y no ´despegar´ a la visión de la eternidad”.

Con Cristo ´aterrizar´ en el mundo y en la historia
“En este punto revisamos la actitud contraria al anterior. Esto también se da en los discípulos. Se quedan mirando al Cielo de forma estupefacta sin comprometerse con las realidades de la tierra y de la historia que les toca vivir, no logran ´aterrizar´ el mensaje y los valores esenciales del Evangelio”, indicó.

El prelado marplatense sostuvo que “la fe cristiana en su esencia asume el tiempo, la realidad y la historia para llevarlas justamente al Cielo; es decir, darles un sentido pleno desde Dios. Por eso, a la vez que despegamos, siempre tenemos que estar atentos para ´aterrizar´ y no evadirnos. Mientras transitamos esta historia no podemos dejar de comprometernos con las realidades de esta tierra”.

“Si el mirar al Cielo nos quita del compromiso con la tierra significa que no estamos mirando con los ojos de Dios. Dios mira la tierra y asume las realidades de la tierra y nos compromete como evangelizadores para que su Palabra ´aterrice´ en el mundo y en la historia”, agregó.

Con Cristo ´pascualizar´ nuestra existencia
Monseñor Mestre aseguró que “el paso, la Pascua total de Cristo, que desde el seno de la Trinidad se encarna, muere, resucita y hoy asciende al Padre, cierra el circuito cristológico de nuestra fe. Toda su vida es paso, es Pascua que nos permite pascualizar nuestra existencia.”

“Al celebrar el misterio de la Ascensión debemos nosotros dejar que Cristo pascualice nuestra vida. A los discípulos les costaba integrar vitalmente la Pascua en su corazón y en sus realidades cotidianas. A nosotros nos suele pasar lo mismo”, subrayó.

Pero para poder lograr un equilibrio “entre cielo y tierra debemos dejar que el Señor, muerto y resucitado, que asciende a los Cielos, pueda pascualizar nuestra existencia si realmente lo dejamos actuar”, planteó.

“¡Que nuestra Pascua no sea teórica o de cotillón! ¡Que nuestra Pascua sea realmente ungida, sea totalmente ‘crística’ y toque realmente todos los ámbitos de la vida! Los buenos para que sean potenciados por el poder de Dios; los malos para que sean purificados por la gracia del Señor. Cristo que asciende a los Cielos nos da las fuerzas para que siempre pascualicemos la vida y la historia”, concluyó monseñor Mestre.+