Mons. Han Lim Moon: "Llevamos las 'llagas del amor' de Cristo"

  • 10 de abril, 2021
  • Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
El obispo coadjutor de Venado Tuerto reflexionó en el segundo domingo de Pascua y animó a renovar la "identidad y misión de los cristianos", como los primeros discípulos.

En su homilía para el segundo domingo de Pascua, el obispo coadjutor de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, hizo referencia a las “llagas de amor” que hay en el corazón de cada uno, expresiones “del triunfo del amor”. 

El relato evangélico “describe a la comunidad de los discípulos encerrada en el cenáculo por miedo a la muerte”. Luego del “lugar hermoso” de la última cena, los discípulos entran en una especie de “sótano oscuro”. Pero llega el Resucitado.

La experiencia del encuentro con Jesús, que les dice “la paz esté con ustedes”, pasa la “barrera física, psicológica y espiritual” de los discípulos. Con “llagas de amor en sus manos y en su costado traspasado y abierto, Jesús muestra que es Él mismo quien fue crucificado y resucitado. Y les regala su paz como fruto de su triunfo del amor sobre el mal, el pecado y la muerte”. 

Monseñor Moon recordó el triunfo sobre la muerte con este signo de Jesús: “Cuando sopla el Espíritu Santo a los discípulos, Jesús los resucita de la tristeza, del miedo, de la desesperanza y los hace nuevas creaturas; los convierte en testigos de su resurrección; los hace dispensadores del perdón de los pecados que sana de raíz la causa de la muerte, continuando así la obra redentora de Jesús; y los impulsa con entusiasmo a anunciar esta Buena Noticia”.

De este modo, ahora los discípulos tienen la “identidad y misión de los cristianos”. ¿Cómo es? Según describió el prelado, “somos nuevas creaturas transformadas por Cristo Resucitado, que aún llevamos la cruz pero, al mismo tiempo, llevamos las ‘llagas del amor’ de Cristo quien ha vencido la humillación, los pecados y la muerte”.

“Interiormente, tenemos el corazón traspasado y abierto del cual brota el amor, la paz y la alegría de Cristo Resucitado. Y exteriormente, llevamos nuestras manos con ‘llagas de amor’ que abrazan y extienden para socorrer a los hermanos”, indicó monseñor Moon.

Igualmente, “estamos en la comunidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por el Bautismo. Además, heredamos nuestra fe de la comunidad cristiana, en la que Cristo muerto y Resucitado quiso revelarse y hacerse presente de manera especial para transformarnos a su semejanza”, completó.

Al terminar, el obispo recordó a la comunidad que somos “testigos del Resucitado” y por este motivo, somos invitados a proclamar que “¡Hemos visto al Señor, hemos visto al Señor!, para que todos crean en Jesucristo y creyendo en Él tengan la vida eterna”.+