Mons. Mestre: La identidad más profunda del cristiano

  • 10 de febrero, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión para el quinto domingo durante el año, el obispo de Mar del Plata se refirió al amor "afectivo y efectivo" de Jesús, y a la importancia de la oración y la misión.

El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, predicó en el quinto domingo del tiempo ordinario con sus habituales tres puntitos. En esta ocasión eligió las palabras “mano”, “orando” y “predicar”, para ilustrar el Evangelio que relata “un día típico de Jesús”.

“Se acercó la tomó de la mano y la hizo levantar...”
En primer lugar, la acción de Jesús de “curar a la suegra de Simón” implicó “tomarla de la mano”. El prelado ilustró esto como “un gesto muy cercano y afectivo de Jesús que a la vez es profundamente efectivo” ya que la mujer es sanada de su enfermedad. El amor de Jesús tiene esta doble característica, “afectivo y efectivo”, y con su mano nos saca de “esas situaciones que nos pueden tener tirados, bajoneados o paralizados”.

“Allí estuvo orando...”
Concluido el día, “Jesús no deja de hacer lo que es importante: entrar en diálogo y en comunión plena con el Padre Eterno a través de la oración”. Monseñor Mestre destacó que en la oración, “Jesucristo, en su naturaleza humana, discierne y encuentra el centro y la claridad de su misión”, y mencionó cómo este aspecto cuesta tanto a consagrados y laicos. Por eso, llamó a seguir el ejemplo de Jesús: “Orar en medio de las tensiones y tironeos de nuestra vida. Ésta es la oración auténtica, la oración que ilumina el verdadero discernimiento cristiano”.

“Vayamos a predicar...”
Finalmente, Jesús invita a los discípulos a predicar. En este punto, el prelado marplatense recordó a San Pablo cuando dice: “Ay de mí si no predicara el Evangelio”. De este modo, resaltó la “imperiosa necesidad de la tarea misionera” que forma parte de la “identidad más profunda” del cristiano y animó a ir al encuentro, “a las periferias geográficas y existenciales que necesitan y están esperando, lo sepan o no, que se les anuncie la Palabra de Salvación por medio de la predicación”.+