A 107 años de su Pascua, la Iglesia recuerda al Cura Brochero

  • 26 de enero, 2021
  • Villa Cura Brochero (Córdoba) (AICA)
El santuario de Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero, en Villa Cura Brochero, conmemora hoy el 107º aniversario de la pascua de su santo, y culmina así la Semana Brocheriana.

Al cumplirse 107 años de la muerte del Santo Cura Brochero, el santuario dedicado al “Cura Gaucho”, en la villa cordobesa que lleva su nombre, se vistió de fiesta para conmemorar su pascua.

Las celebraciones comenzaron en la mañana del martes 26 de enero, con misas desde las 7. La misa central fue presidida por el obispo de Cruz del Eje, monseñor Ricardo Araya, a las 20.30 en el salón "Mi Purísima". Durante todo el día, la imagen del santo permaneció en el atrio para que los fieles pudieran acercar sus intenciones.

La misa de las 10.30 estuvo presidida por el obispo castrense y delegado episcopal para las Causas de los Santos, monseñor Santiago Olivera, quien reflexionó sobre esta fecha especial: "Estamos celebrando la pascua de Brochero, cuando él murió, y sin embargo lo vivimos como fiesta, porque el pueblo intuyó desde el inicio que la partida de Brochero era la llegada al Cielo y la certeza de que seguiría haciendo bien, desde el Cielo, para sus transerranos, y extendido ahora a todo el mundo, como santo".

Una crónica del diario La Razón, de Buenos Aires, del 24 de enero de 1914, recordó monseñor Olivera, señalaba: "Acaba de fallecer, en una de las localidades serranas de Córdoba, la figura más popular y prestigiosa del clero nacional de esa provincia, y acaso de toda la República. Sacerdote de clara inteligencia y acendrada virtud, de ejemplar celo apostólico e infatigable actividad".

Y otro periódico, "El Diario", de Buenos Aires, decía sobre el Cura Brochero: "La figura que ha desaparecido fue única, el Cura Brochero, original en todo, será, por su actuación en la serranía, recordado por mucho tiempo. Ante su tumba llevarán el homenaje de su afecto, miles de buenos serranos, que deben al extinto, la instrucción que tienen, y que deben al cura del Tránsito, lo mejor de su vida. Y todos los que lo conocieron dirán, como nosotros, fue un hombre bueno, su corazón era todo caridad y amor para sus semejantes".

Al respecto, monseñor Olivera reflexionó: "Esto recogían los diarios cuando el 'Cura Gaucho' murió. Nosotros lo sabemos, todos los que estamos aquí, en esta Eucaristía, experimentamos al Cura Brochero, pero no como alguien del pasado, sino como un hombre que está hoy presente y obrando, y haciéndonos el bien, y entregando su vida por el progreso, por la dignidad y por el Evangelio".

"Lo vivimos con un clima de mucha alegría y descubrimos también que ha sido encarnación del Evangelio. Podemos ver en él, la vida evangélica y entregada, la vida cristiana en plenitud, que se acercó a los más lejanos, que buscaba a los que estaban más perdidos, los que le recriminaban a Jesús en la lectura que hoy hemos proclamado, las 99 ovejas, que las deja para ir a buscar a la perdida".

"Brochero era así: iba al que estaba más alejado, a las periferias, el más 'perdido' a los ojos de los hombres. Ese era Brochero, y esto es lo que nos convoca para actualizar en nuestra propia vida la vida de Brochero, lo sabemos intercesor, pero también es faro y es modelo para que vivamos como Brochero nos enseñó a vivir, entregados también por los hermanos y trabajando por la causa del Evangelio.

Con esta jornada de festejos, culmina en Villa Cura Brochero la Semana Brocheriana, que contó con momentos de oración, reflexión y misas diarias. La prédica estuvo a cargo del padre Ángel Rossi SJ.

José Gabriel del Rosario Brochero nació en los aledaños de Santa Rosa de Río Primero (Córdoba) el 16 de marzo de 1840. Era el cuarto de diez hermanos, que vivían de las tareas rurales de su padre. Creció en el seno de una familia de profunda vida cristiana. Dos de sus hermanas fueron religiosas del Huerto.

Ingresó al seminario Nuestra Señora de Loreto el 5 de marzo de 1856 y fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866. Como ayudante de las tareas pastorales de la catedral de Córdoba, desempeñó su ministerio sacerdotal durante la epidemia de cólera que desvastó a la ciudad.

Siendo prefecto de estudios del Seminario Mayor, obtuvo el título de maestro en filosofía por la Universidad de Córdoba. El 19 de noviembre de 1869 fue elegido vicario del departamento San Alberto, conocido hoy como el valle de Traslasierra, con sede en la localidad de Villa del Tránsito que a partir de 1916 llevaría su nombre.

El valle de Traslasierra contaba entonces con unos 10 mil habitantes. El 24 de diciembre de 1869 partió de la ciudad de Córdoba para hacerse cargo del curato. Allí asumió como propias las necesidades de la gente. Con sus manos construyó iglesias y capillas, levantó escuelas y abrió caminos entre las montañas, animando a los pobladores a acompañarlo.

En su vejez el padre Brochero enfermó de lepra como resultado de convivir con enfermos que padecían esa enfermedad, compartiendo inclusive el mate con ellos. Por esa razón quedó sordo y ciego antes de morir, en 1914.

El proceso de canonización se inició en la década de 1960. Brochero fue declarado venerable por el papa Juan Pablo II en 2004, y beatificado en una ceremonia presidida por el cardenal Angelo Amato en la pequeña localidad cordobesa de Villa Cura Brochero el 14 de setiembre de 2013, durante el pontificado del papa Francisco.

Fue canonizado el 16 de octubre de 2016, en una celebración presidida por papa Francisco en la ciudad del Vaticano.+