Todos podemos decir: "Yo soy el talento", dijo Mons. Han Lim Moon

  • 14 de noviembre, 2020
  • San Martín (Buenos Aires) (AICA)
El obispo auxiliar de San Martín mencionó en su reflexión de este domingo la clave para poner nuestros talentos en práctica: la confianza.

En su reflexión para el domingo 33 durante el año, el 15 de noviembre, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, tomó la parábola de los talentos para animar a la comunidad a ponerlos en práctica, basándose en una clave: la confianza. 

“En este pasaje descubrimos que este hombre valoró a sus servidores y confió plenamente en ellos: les dio la libertad y tiempo suficiente para que desarrollaran creativamente sus talentos. De la misma manera, Dios nos valora infinitamente y confía plenamente en cada uno de nosotros para el desarrollo de nuestros talentos. ¡Esta es la Buena Noticia de hoy!”, dijo al comenzar el obispo.

Por eso, señaló las condiciones fundamentales para que cada talento “crezca bien”: “Valorarlo convencidos de su dignidad de hijo de Dios y descubrir con fineza su potencialidad”; “motivarlo dándole ánimo, especialmente en sus ‘caídas’”, y “acompañarlo y sostenerlo fielmente en el tiempo a través de las muestras de confianza”. Además, mencionó que “es muy importante reconocer sus pequeños logros por medio del elogio generoso”.

Al aprender de esta manera, “surgen las ganas de responder de la mejor manera posible desarrollando sus talentos, como una semilla que encuentra las mejores condiciones para su crecimiento”.

Pero monseñor Moon rescató una clave para esta misión: la confianza puesta en la persona. Porque, en definitiva, “Dios es el que nos ha puesto toda su confianza y nos da seguridad para que desarrollemos todos nuestros talentos”.

Los talentos que Dios nos propone se refieren a “dotes humanas y cualidades”. Por otro lado, el obispo explicó que “cada uno podemos decir ‘yo soy el talento’”, y, a su vez, nuestro gran talento es Jesús mismo: “El regalo de Dios Padre para cada uno de nosotros, y con Él toda su gracia: la Palabra de Dios, fe, Iglesia, sacramentos, amor y la salvación”.

Para descubrir estos talentos naturales, “debemos guiarnos por las personas que nos aprecian”, aconsejó monseñor Moon. Y para poder desarrollarlos, animó a ponerlos en práctica en el servicio a los demás, para ganar experiencia y transmitir “alegría, esperanza, amor y vida”.

Monseñor Moon se despidió con una felicitación a la comunidad: “Hoy el Señor te felicita e invita a su banquete eterno diciéndote: ‘Servidor bueno y fiel… entrá a participar en el gozo de tu Señor’”.+