Mons. Nannini animó a seguir el ejemplo del Siervo de Dios Guillermo Muzzio

  • 4 de noviembre, 2020
  • San Miguel (Buenos Aires) (AICA)
Al celebrar la solemnidad de Todos los Santos, el domingo 1 de noviembre, el obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, recordó al Siervo de Dios Guillermo Muzzio, seminarista de la diócesis.

En la solemnidad de Todos los Santos, el domingo 1 de noviembre, la diócesis de San Miguel recordó, además, el 18º aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios Guillermo Muzzio, seminarista de la diócesis que falleció en 2002.

Al comenzar la homilía, el obispo diocesano, monseñor Damián Nannini, dijo que “celebrar esta solemnidad nos invita a celebrar la santidad de la Iglesia en general, de esos ‘santos de la puerta de al lado’”, y mencionó que “en estos momentos es casi necesario hacerlo, porque en los medios ‘vende más el escándalo’, y esta gente que vive bien, que trata de ser fiel a Dios en el heroísmo de la vida diaria, no aparece en los medios”. 

“Por eso, hoy es bueno celebrar tantos santos que hay en la Iglesia, de ayer, de hoy y de siempre. Y del mismo modo, es bueno celebrar el gran llamado de santidad a toda la Iglesia: Dios nos pensó desde toda la eternidad para que seamos santos. Esa es nuestra vocación y misión fundamental, que después se diversifica en distintos caminos, pero el bautismo ha puesto en nosotros una semilla, un potencial de santidad”.

Recordando a Guillermo Muzzio, mencionó que la santidad “es la actitud constante de vivir y aceptar con alegría la voluntad de Dios en nuestra vida”, y en palabras del mismo Siervo de Dios, “hacer la voluntad de Dios y ser feliz es lo mismo”, decía el joven seminarista. 

Monseñor Nannini aseguró que “esto es posible vivirlo incluso en los momentos más difíciles y nos lo presenta el Evangelio de las bienaventuranzas”, y se pregúntó “¿Cómo un afligido puede ser feliz? Porque tiene la consolación de Dios”, afirmó.

“En uno de sus escritos, Guillermo decía que cuando todo va bien, hacer la voluntad es simple y fácil. Pero cuando viene la cruz y las dificultades, en aceptar la voluntad de Dios con alegría está el heroísmo y el signo de la santidad”, recordó el obispo de San Miguel. En este sentido, hizo referencia a la doctrina original de la Iglesia “que Dios se la mostró a Guillermo y él pudo vivirla”. 

“Con una sonrisa profunda, Guillermo aceptaba la voluntad de Dios, y así lo hizo con su enfermedad”, mencionó recordando al Siervo de Dios, al tiempo que animó a la comunidad a seguir este camino.

“También en lo ordinario, en la seriedad con la que asumió su formación y su vocación. Tenía una santidad simple y profunda. Ahí hay un secreto de santidad que tenemos que pedirle a Guillermo que nos ayude a vivirla, sobre todo quienes se forman para el sacerdocio”, prosiguió dirigiéndose a los seminaristas.

Finalmente hizo mención a que Muzzio soñaba “con la misma Iglesia que desea hoy el papa Francisco. Es increíble porque fue 20 años antes, pero quería una Iglesia con más alegría, mas cercanía y menos juicios”. Por eso, pidió al Siervo de Dios eso para la diócesis de San Miguel: “Le pedimos que interceda para que podamos acercarnos a este ideal y que también desde lo personal rescatemos nuestro llamado original a la santidad”.+