Martes 3 de diciembre de 2024

Nueva visita del Papa a una parroquia en una zona romana conflictiva

  • 17 de noviembre, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la parroquia Santa María Madre de la Hospitalidad, de la periferia de Roma, Francisco se reunió con sacerdotes y feligreses, con los que habló sobre las cuestiones pastorales que los afectan.
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El Papa Francisco visitó, este jueves 19 de noviembre, la parroquia romana de Santa María Madre de la Hospitalidad, situada en el extremo oriental de Roma. Se trata de una extensa zona, salpicada de situaciones de pobreza y marginación; zona en la que, por lo tanto, la Iglesia interviene activamente en el tejido social, trabajando en estrecho contacto con los habitantes del barrio.


Un centro acogedor
En el barrio (el llamado "pueblo"), situado en una gran zona verde, lejos del centro de la ciudad, hay de hecho un complejo de doce pisos, donde viven familias en situación de emergencia habitacional, tanto italianas como extranjeras. Pobres, refugiados o familias que sufrieron un desalojo: "Cuando pierden su casa", explicó al Papa el párroco, Rocco Massimiliano Caliandro, "acogemos a toda la familia: madre, padre, hijos. Normalmente, cuando pierden su casa, se separan. Los mantenemos juntos durante uno o dos años, luego se van solos, también todos juntos". Al final de la visita, el pontífice saludó a algunas de esas familias, entre ellas refugiados de África y Ucrania.


El objetivo principal de la visita del Obispo de Roma, sin embargo, era encontrarse con "sus" sacerdotes, continuando el ciclo de visitas a las distintas prefecturas, inaugurado con el encuentro en la parroquia de Santa María de la Salud, el pasado 29 de septiembre, en el barrio de Primavalle, conocido en los medios de comunicación por el asesinato de dos mujeres: la joven Michelle Caruso y la enfermera Rossella Nappini. En aquella ocasión, se reunió con 35 sacerdotes. 


En la visita de ayer a Santa María Madre de la Hospitalidad, había al menos cuarenta sacerdotes, que fueron presentados al pontífice por el obispo auxiliar de Roma, monseñor Riccardo Lamba


Durante unos minutos, se detuvo en el interior de la parroquia, donde lo esperaban Rosario y Anna, una pareja que celebraba su 50º aniversario de boda. "¿Quién ha sido más paciente?", preguntó Francisco. "¡Yo!", exclamó Ana, y entonces el Papa le regaló un rosario a uno de sus hijos, el menor de los cuatro, padre de uno de los ocho nietos de la pareja. "Recen por mí", les pidió a continuación. Inmediatamente después, se trasladó a la capilla del Santísimo Sacramento, donde, sentado en una silla de ruedas, permaneció unos instantes en oración, haciéndose finalmente la señal de la Cruz.


En una pequeña sala, junto a los sacerdotes, recitó la oración al Espíritu Santo elegida para el año pastoral 2023-2024, y allí también charló con los sacerdotes que, a su vez, le hicieron preguntas. Sentado ante un escritorio, el Santo Padre tomó notas y respondió a cada pregunta.


Entre bromas, indicaciones y reflexiones, el diálogo duró aproximadamente una hora, totalmente centrado en temas pastorales: el trabajo, la Primera Comunión, los demás sacramentos, la pobreza, la hospitalidad, la asistencia a los grupos socialmente más débiles, la evangelización.


Fue "un diálogo muy abierto, cordial y familiar", contó monseñor Lamba a VaticanNews


El Papa "animó a todos a continuar con el buen trabajo que ya hacen, a seguir estando entre la gente, a proponer continuamente el Evangelio, aunque haya dificultades". Pidió que siguieran observando un estilo sinodal en las parroquias, que implica una colaboración continua entre laicos y sacerdotes".



Con las familias acogidas en la parroquia
La última etapa de la visita fue el encuentro con las familias acogidas en la parroquia. Entre ellas, se encontraba un matrimonio con dos hijos que huyeron de la guerra en Ucrania y llegaron a Roma hace un mes. Dispuestos en círculo, los invitados acogieron la llegada del Papa con aplausos. 


"Gracias por la bienvenida", comentó el Papa. También dio las gracias al pequeño grupo de periodistas que había permanecido fuera de la parroquia, esperando el final de la visita: "¡Gracias por su trabajo!", les dijo.+