El Papa le escribe a una madre que perdió a su hijo en un accidente

Se trata de un intercambio epistolar con la mujer, de nombre Cinzia. Ambos textos fueron publicados en la revista 'Plaza San Pedro', que dirige el padre Enzo Fortunato.

El Papa Francisco le escribió a una madre romana que perdió a su hijo de 21 años en un accidente automovilístico, subrayando que las palabras son insuficientes para transmitir el dolor de su pérdida.

"Querida Cinzia, tu oración nace del dolor más atroz y sobrenatural: la pérdida de tu hijo Fabrizio. Dije hace poco, como recordarás, que no hay palabras, ni siquiera palabras de consuelo, ni siquiera con las mejores intenciones. Incluso estas palabras pueden acabar empeorando la herida", afirma el Papa, en un texto publicado hoy en la revista mensual 'Plaza de San Pedro'.

La carta es una respuesta a la carta de la madre, que plantea al Papa algunas preguntas: "¿Por qué el Señor no salvó a Fabrizio, dándonos este dolor tan grande que está siempre presente en nuestros corazones?".

"No hay palabras para describir a una madre o un padre que pierde a un hijo. La mujer que pierde a su marido es viuda. El marido que pierde a su esposa es viudo. Un niño que pierde a uno de sus padres es huérfano. Pero para un padre que pierde un hijo, no hay palabras", escribe Francisco.

El Papa se dirige, entonces, a Cinzia y a su marido Antonio, invitándolos a confiar en la "intercesión de María".

"No podemos tener todas las respuestas al misterio del sufrimiento inocente. También hoy María participa y comparte el dolor de ustedes como Madre de la humanidad, Madre de todos nosotros. Una madre que está cerca, que permanece en silencio y acompaña cada corazón roto", expresa el papa en la misiva.

El Santo Padre cita también a san Juan Pablo II, quien afirmó que "no hay mal del que Dios no sepa sacar un bien mayor".

"Esto debería darnos esperanza, queridos Cinzia y Antonio. En la oración, en la gracia que Dios nos da cada día sin medida, en el camino de nuestro camino de fe, en nuestra vida sacramental, abramos sinceramente nuestro corazón. Jesús, que llora con nosotros, sembrará en nuestros corazones todas las respuestas que buscamos. El encuentro con Él es el Amor que salva, el Amor más grande que todo mal", concluye la carta del Papa.+