Martes 23 de abril de 2024

Mons. Urbanc: "La sinodalidad es el estilo de vida que necesitamos asumir"

  • 2 de diciembre, 2021
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
El obispo de Catamarca hizo esta reflexión durante la misa en la catedral basílica santuario, donde el Poder Ejecutivo provincial y municipal rindió homenaje a la Virgen del Valle.
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Los Poderes Ejecutivos provincial y municipal, con sus colaboradores, rindieron homenaje en la noche del miércoles 1° de diciembre a la Pura y Limpia Concepción del Valle, en el marco de la novena en honor a la patrona de Catamarca.

La celebración eucarística fue presidida por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, y concelebrada por el rector de la catedral basílica y santuario del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle, presbítero Gustavo Flores, y los párrocos de San Jorge y de Jesús Niño, presbíteros Reinaldo Oviedo y Eugenio Pachado, respectivamente.

Participaron en representación del Ejecutivo Provincial, el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, doctor Jorge Moreno; el intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, doctor Gustavo Saadi; y el senador provincial, profesor Oscar Vera, entre otras autoridades.

Mons. Urbanc inició su homilía dando la bienvenida a los alumbrantes y rogó “que el Señor Jesucristo los bendiga e ilumine en su gestión”.

El prelado predicó sobre la base del tema de la jornada: “La sinodalidad como camino propuesto por Dios para todos, no sólo en el ámbito eclesial, sino también civil", afirmando que "es el estilo de vida que necesitamos asumir, ya que lo que interesa o afecta a todos, debe ser tratado por todos y ejecutado por todos. Todos corresponsables en lograr el bien común”.

“La palabra de Dios que acabamos de escuchar -profundizó- nos pone en sintonía con esto de la sinodalidad. Jesús eligió a los apóstoles para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar de dos en dos. Los apóstoles caminaban los caminos de Israel junto a Jesús y a la gente que buscaba al Maestro”.

Más adelante consideró que “esta novena en honor de la Virgen es para todos la ocasión de agradecer a Dios por tantos beneficios recibidos de su bondad, con la certeza de que la Morenita del Valle intercedió siempre por nosotros”.

Al referirse al Evangelio, monseñor Urbanc dijo que el texto de san Mateo “presenta a Jesús que se compadecía de la gente, porque la veía extenuada y abandonada: 'Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba'. Por eso, envió a los discípulos a predicar la buena nueva, porque aquella gente necesitaba un mensaje de esperanza, de vida y de amor”.

“El Adviento, tiempo litúrgico que acabamos de iniciar, anuncia que hay un futuro para todos. No estamos condenados al fracaso. Siempre es posible la reconciliación, el perdón, la salvación, la vida. Aunque la sociedad nos condene, aunque los amigos nos abandonen, aunque fracasen nuestros negocios... Dios viene a salvarnos”, manifestó.

Retomando el texto del Evangelio señaló que “Jesús no sólo cura a los enfermos y expulsa al demonio, sino que también se ocupa de la necesidad de comida de la gente que lo sigue: ‘Siento compasión de la gente porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino’. El amor no tiene límites, siempre sabe ver lo que falta y va en ayuda, busca una solución. Sin embargo, Jesús involucra a los apóstoles en la búsqueda de soluciones: ‘¿Cuántos panes tienen?’”.

En esta línea de reflexión, el obispo catamarqueño aseveró que “el ser humano debe poner lo que está a su alcance y el resto, la multiplicación del esfuerzo y la generosidad humana, lo pone Dios. Jesús no hace los milagros a pesar nuestro, sino contando con nuestra participación”.

En la parte final de su homilía, monseñor Urbanc rogó a la Virgen del Valle “que nos ayudes a ser sensibles a las necesidades de los demás; que no cerremos nuestro corazón ante el dolor y las carencias; que estemos siempre dispuestos a caminar sinodalmente con los hermanos, particularmente en esta etapa de ‘escucha’ que iniciamos en diciembre hasta marzo de 2022, para ir preparando la Asamblea Diocesana que necesitamos tener en octubre, a fin de ir programando los próximos 12 años, al término de los que, en 2023, celebraremos los 2.000 años de la Redención obrada por tu Hijo Jesucristo con su Muerte y Resurrección".

"Ayúdanos, para que podamos regalarle a Jesús, nuestro Salvador, el logro de ser una Iglesia Diocesana con un estilo claramente sinodal”, pidió.

Tras elevar la súplica comunitaria, los alumbrantes acercaron las ofrendas del pan y el vino para preparar la mesa eucarística.

Luego de la Comunión, el obispo oró delante de la sagrada imagen de la Virgen y aclamó junto con la asamblea a la Madre Morenita, a su esposo San José y al beato Mamerto Esquiú.

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