Jueves 28 de marzo de 2024

Vitalidad de los católicos en Bulgaria, donde son una ínfima minoría

  • 3 de marzo, 2014
  • Ciudad de Vaticano
El Papa recibió recientemente a los obispos de Bulgaria, país de mayoría ortodoxa donde los católicos son escasa minoría. En la ocasión Francisco elogió la vitalidad de la fe católica en Bulgaria, atestiguada por una serie de acontecimientos en los últimos años, entre ellos el Jubileo del Exarcado Apostólico de los fieles de rito bizantino-eslavo para celebrar el 150º aniversario de la Unión con Roma; el congreso sobre la obra del arzobispo Angelo Roncalli, visitador apostólico en Bulgaria; el Encuentro de los católicos de Bulgaria, la Jornada de los jóvenes y un congreso de estudios sobre el Vaticano II. También la celebración del 60º aniversario del martirio del obispo Eugenio Bossilkov, primer mártir del comunismo del Este europeo, torturado y fusilado tras un breve "proceso-farsa" por negarse a separar la comunidad católica búlgara de Roma y adherir a la Iglesia ortodoxa de Bulgaria. Fue beatificado por Juan Pablo II el 15 de marzo de 1998.
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El papa Francisco recibió, el pasado 13 de febrero, a los obispos de la Conferencia Episcopal de Bulgaria, un país de amplia mayoría ortodoxa donde los católicos constituyen una escasa minoría. Los obispos realizaban la visita ad limina.

En la oportunidad Francisco elogió la vitalidad de la fe católica en Bulgaria, atestiguada por una serie de iniciativas y acontecimientos en los últimos años, entre ellos el Jubileo del 2010 del Exarcado Apostólico de los fieles de rito bizantino-eslavo para celebrar el 150º aniversario de la Unión con la Sede Apostólica de Roma; el congreso sobre la obra del arzobispo Angelo Giuseppe Roncalli, visitador y delegado apostólico en Bulgaria de 1925 a 1934; o en fecha más reciente el Encuentro nacional de los católicos de Bulgaria, la Jornada nacional de los jóvenes y un congreso de estudios sobre el Concilio Vaticano II.

También mencionó la celebración del 60º aniversario del martirio del obispo Eugenio Bossilkov, el primer mártir del comunismo del Este europeo, quien fue torturado y fusilado tras un breve "proceso-farsa" tan comunes en los países donde gobernaba el comunismo, tras negarse a aceptar una ley ad-hoc para separar la comunidad católica búlgara de Roma y adherir a la Iglesia ortodoxa de Bulgaria. Fue beatificado por Juan Pablo II el 15 de marzo de 1998.

Esas iniciativas confirman que aunque las comunidades católicas pertenecientes tanto a la Iglesia latina como a la greco-católica sean una minoría en Bulgaria dan testimonio "tanto de los valores morales naturales como del Evangelio de Cristo en una sociedad marcada por tantos vacíos espirituales dejados tras de sí por el régimen ateo o por la aceptación de modelos culturales en los que prevalece un cierto materialismo práctico".

El Papa invitó a los obispos búlgaros a proseguir esa senda y a llevar a cabo, al mismo tiempo, en su país la transformación misionera que la Iglesia está llamada a realizar en todo el mundo. "Todos -dijo- somos discípulos misioneros, enviados por el Señor a evangelizar con alegría y espíritu, valorizando también el precioso tesoro de la piedad popular. Ese compromiso tiene también una dimensión social cuyo punto de referencia es la doctrina social de la Iglesia y cuyas prioridades son la inclusión social de los pobres y el compromiso por el bien común y la paz social. Para ese fin es muy importante que las instituciones civiles reconozcan el papel de la Santa Sede como autoridad espiritual y moral en el seno de la comunidad internacional y valoren positivamente la presencia de la Iglesia Católica en el conjunto de la nación búlgara y el aporte que ofrece al servicio del bien común y del progreso del país".

Francisco recordó la fidelidad a Cristo y a la Iglesia de la que los fieles búlgaros han dado testimonio en épocas dramáticas así como el camino emprendido en las dos últimas décadas y los invitó a tener fe en la acción del Señor en la historia. Asimismo exhortó a los prelados a preocuparse por la formación de los jóvenes y de los sacerdotes y, dado que los católicos en Bulgaria viven en estrecho contacto con las comunidades de la Iglesia Ortodoxa, a "proseguir el esfuerzo para promover un diálogo cada vez más intenso y fraternal" con esa Iglesia, para que "se abran los corazones y las mentes de todos con el fin de que sea cada vez más concreta la esperanza de llegar a celebrar unidos el sacrificio eucarístico".

Por último, refiriéndose a la canonización el próximo 27 de abril, de los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II a la que asistirán delegaciones de diversas diócesis y exarcados búlgaros afirmó: "Es un signo elocuente de lo que significó en el alma y la vida de la comunidad católica búlgara el testimonio del primer Papa eslavo y es también un signo de la vigencia del recuerdo del arzobispo Roncalli en los nueve años en que trabajó en Bulgaria como delegado apostólico y de su afecto por el pueblo búlgaro que, en medio de las vicisitudes de la historia ha mantenido viva la llama de la fe en Cristo".+