Viernes 29 de marzo de 2024

Sor Crescencia Pérez será beatificada el 17 de noviembre

  • 24 de mayo, 2012
  • Buenos Aires (AICA)
La hermana María Crescencia Pérez, religiosa argentina de la Congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto, será beatificada en Pergamino el 17 de noviembre próximo por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal italiano Angelo Amato, salesiano. En una conferencia de prensa realizada ayer en el colegio Nuestra Señora del Huerto, en avenida Independencia 2150, de la ciudad de Buenos Aires, se refirieron a ese acontecimiento el obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Héctor Cardelli; la superiora de la provincia de Buenos Aires de esa congregación, madre Ana Calderón Gatica; la superiora de la provincia de Córdoba, madre Gladis Eberhardt, y otras religiosas.
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La hermana María Crescencia Pérez, religiosa argentina de la Congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto, será beatificada en Pergamino el 17 de noviembre próximo por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal italiano Angelo Amato, salesiano.

En una conferencia de prensa realizada ayer en el colegio Nuestra Señora del Huerto, en avenida Independencia 2150, de la ciudad de Buenos Aires, se refirieron a ese acontecimiento el obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Héctor Cardelli; la superiora de la provincia de Buenos Aires de esa congregación, madre Ana Calderón Gatica; la superiora de la provincia de Córdoba, madre Gladis Eberhardt, y otras religiosas.

María Angélica Pérez ?que adoptó como religiosa el nombre María Crescencia- nació en San Martín, provincia de Buenos Aires, en 1897, y falleció en Vallenar, Chile, en 1932. En 1915 ingresó en la congregación del Huerto e hizo su primera profesión religiosa en 1918. Enseñó a niñas en el colegio del Huerto en Buenos Aires y luego volcó su vocación de servicio a los enfermos ?que ya en vida la llamaban "la santita"- en hospitales de Mar del Plata y de Vallenar.

En 1986 se inició el proceso diocesano de beatificación en la diócesis de San Nicolás de los Arroyos (vivió su niñez y su adolescencia en Pergamino, perteneciente a esta diócesis). En 2004, el papa Juan Pablo II reconoció sus virtudes heroicas, por lo que pasó a ser considerada venerable. En 2011 la Santa Sede reconoció un milagro atribuido a su intercesión, y el papa Benedicto XVI firmó el decreto de su beatificación.

Monseñor Cardelli destacó su entrega al servicio del Señor y del prójimo. Señaló que su testimonio de fe y de servicio oculto, generoso, es un estímulo para que los bautizados busquen la santidad en los umbrales del Año de la Fe convocado por el Santo Padre Benedicto XVI.

El obispo dijo que tenemos tendencia a asociar la santidad con signos y prodigios extraordinarios, siendo que en realidad lo fundamental es cómo se asume el compromiso del bautismo, y señaló que María Crescencia vivió con sencillez y alegría su fe y su vocación de entrega en la vida cotidiana.

Ante una pregunta, caracterizó a la Argentina como un país católico, de raíces cristianas, y destacó el valor del florecimiento de vocaciones a la santidad al mencionar que hay más de cuarenta causas de beatificación de quienes están "en lista de espera" para ser elevados a los altares, lo que estimó como "ejemplos valiosos" y "un estímulo para la fe de los argentinos". Agregó que la visión sobrenatural de la vida y la respuesta de los bautizados a la gracia de su vocación debe tener una misión transformadora de la sociedad.

La hermana Josefina, promotora de la causa de beatificación de sor Crescencia, indicó que ya acuden por día unas 150 personas a visitar la tumba de la futura beata, en el colegio de la congregación en Pergamino. Ella asistió personalmente a la apertura del féretro de la hermana María Crescencia y testimonió que 35 años después de su muerte estaba incorrupto, como si hubiera fallecido el día anterior.

Otra de las religiosas señaló a María Crescencia como muy apostólica: "Tenía un gran deseo de encontrarse con ese Dios al que tanto amaba y quería que todos lo conocieran".+ (Jorge Rouillon)