San Isidro acompañó las bodas de oro de Mons. Casaretto y del padre Garralda

El pasado viernes 5 de septiembre, la comunidad diocesana de San Isidro se reunió en la iglesia Jesús en el Huerto de los Olivos para elevar una acción de gracias a Dios por el ministerio episcopal del obispo emérito, monseñor Jorge Casaretto, y por el ministerio sacerdotal del presbítero Jorge Garralda, ordenados hace 50 años. Monseñor Casaretto dijo tener "un corazón agradecido" y manifestó que "cuanto más gratitud hay en el corazón, mas amor de Dios hay en nosotros".

El pasado viernes 5 de septiembre, la comunidad diocesana de San Isidro se reunió en la iglesia Jesús en el Huerto de los Olivos para elevar una acción de gracias a Dios por el ministerio episcopal del obispo emérito, monseñor Jorge Casaretto, y por el ministerio sacerdotal del presbítero Jorge Garralda, ordenados hace 50 años.

Monseñor Casaretto y el padre Garralda estuvieron acompañados por una gran cantidad de fieles de distintas partes de la diócesis, por sus amigos y familiares. Gran parte del presbiterio diocesano y de otras jurisdicciones se acercó a la celebración, en la que agradecieron el servicio de monseñor Casaretto tanto en la diócesis como en la Conferencia Episcopal Argentina.

La celebración también congregó a varios hermanos en el episcopado: participaron de la misa el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, y el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer. También asistieron el arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos Franzini; el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, y monseñor Emilio Bianchi di Cárcano, obispo emérito de Azul, todos originarios de esta diócesis.

Al comienzo de la celebración, el obispo diocesano, monseñor Oscar Vicente Ojea, recibió a los presentes y dio gracias en nombre de la diócesis a ambos homenajeados. Durante la homilía, el padre Jorge Garralda manifestó: "Cuándo fui ordenado sacerdote, pensaba que la santidad estaba al alcance de la mano, pero hoy me doy cuenta que hay que seguir buscándola".

Por su parte, monseñor Casaretto dijo tener "un corazón agradecido" y manifestó que "cuanto más gratitud hay en el corazón, más amor de Dios hay en nosotros". Agradeció especialmente a los sacerdotes, que "han sido un gesto de amor de Dios privilegiado en mi vida".

Al finalizar la celebración, se leyó una carta del papa Francisco enviada para la ocasión.

En todo momento estuvo presente la memoria de monseñor Jorge Schoeffer, fallecido el 4 de enero pasado, ordenado junto con monseñor Casaretto y al padre Garralda.+