Presencia argentina en el 50 Congreso Eucarístico Internacional

"Tengo la gracia -dice en una comunicación el Pbro. Miguel Alderete- de ser el único sacerdote de la Argentina que puede vivir estos días de profundo clima eclesial católico aquí, en Dublín, en el 50º Congreso Eucarístico Internacional. Agradezco a Mons. Alfredo Zecca, arzobispo de Tucumán, que me envió como delegado de las Peregrinaciones Arquidiocesanas de la Pastoral de Turismo de Tucumán, una herramienta de la nueva evangelización".

"Tengo la gracia -dice en una comunicación el presbítero Miguel Elías Alderete Garrido, de la arquidiócesis de Tucumán- de ser el único sacerdote de la Argentina que puede vivir estos días de profundo clima eclesial católico aquí, en Dublín, presente en el 50º Congreso Eucarístico Internacional, lo cual me obliga moralmente a no irme sin frutos. Agradezco a monseñor Alfredo Zecca, arzobispo de Tucumán, que me envió en mi carácter de delegado de las Peregrinaciones Arquidiocesanas dentro de la Pastoral de Turismo de Tucumán, hoy una herramienta de la nueva evangelización", expresó a AICA el presbítero Miguel Elías Alderete Garrido, de la arquidiócesis de Tucumán.

"He visto a Jesús Sacramentado -relata el padre Alderete- caminando por las calles de la limpia y cuidada ciudad de Dublín, entre el fervor apacible del pueblo irlandés, profundamente creyente y de muy buen gusto para el canto y la música litúrgica".

"Siete grandes salones alfombrados y climatizados están montados en un gran campo para alojar a los distintos expositores, talleres, teatro, debates de discusión y paneles. Esta experiencia será sin duda fundamental para sumarnos, desde la Pastoral de Turismo, a la preparación del Congreso Nacional del Bicentenario, a realizarse en Tucumán, cuna de la Nación Argentina. Los Argentinos queremos ser Nación, reconociendo el valor de la historia que nos ha marcado con la potencialidad de la juventud alegre dispuesta todavía a grandes ideales en nuestras parroquias y movimientos, proyectando sin miedos el futuro para dar paso a las nuevas y pujantes generaciones. Es en estas épocas de cambio donde la gracia se renueva y ante los nuevos desafíos surgen los grandes hombres y mujeres, los santos cotidianos que hacen posible la salvación que Jesús nos trajo y que nunca dejará de ser parte de un Misterio de Amor.

"Aquí, en Dublín, donde hay gente de más de 100 países, es sobresaliente la organización, la tecnología, la higiene, el orden en general que convive con los campos verdes y floridos aun en esta época del año. +