Jueves 25 de abril de 2024

¡No más muerte ni explotación!, pidió el Papa en la frontera

  • 17 de febrero, 2016
  • Ciudad Juárez (México)
"¡No más muerte ni explotación!", exclamó hoy el papa Francisco en su última misa en territorio mexicano, que celebró en la frontera de México y Estados Unidos, en la "antigua feria expo" de Ciudad Juárez. El Pontífice denunció las "terribles injusticias" que sufren los migrantes en su intento por llegar "al otro lado". Antes de celebrar la misa el Santo Padre se detuvo para rezar por los migrantes ante una cruz colocada frente al Río Grande en la frontera entre México y Estados Unidos. La cruz estaba rodeada de zapatos viejos y sandalias que simbolizan la dramática situación de los migrantes que muchas veces mueren tratando de cruzar hacia Estados Unidos.
Doná a AICA.org
"¡No más muerte ni explotación!", exclamó hoy el papa Francisco en su última misa en territorio mexicano, que celebró en la frontera de México y Estados Unidos, en la "antigua feria expo" de Ciudad Juárez. El Pontífice denunció las "terribles injusticias" que sufren los migrantes en su intento por llegar "al otro lado". Antes de celebrar la misa el Santo Padre se detuvo para rezar por los migrantes ante una cruz colocada frente al Río Grande en la frontera entre México y Estados Unidos. La cruz estaba rodeada de zapatos viejos y sandalias que simbolizan la dramática situación de los migrantes que muchas veces mueren tratando de cruzar hacia Estados Unidos.

"Esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio del tránsito humano", dijo el Papa al hablar ante miles de personas congregadas en la explanada El Chamizal, a escasos metros de la alambrada que separa Chihuahua de Texas.

En la parte estadounidense un grupo de fieles pudo seguir la celebración y antes de ingresar en el estadio de fútbol local, donde se montó el altar, pasó con el papamóvil por "el punto", el espacio más cercano al sector fronterizo, se bajó del vehículo y envió una bendición a través de la malla metálica.

Miles de católicos estadounidenses y de otras nacionalidades acudieron al estadio Sun Bowl en El Paso y gracias a la tecnología y a las pantallas colocadas en los recintos, pudieron seguir paso a paso el acto litúrgico.

"No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años significó la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos", señaló.

"Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global. Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias", agregó.

Recordó que en Ciudad Juárez y en otras zonas fronterizas se concentran miles de migrantes de Centroamérica y otros países, sin olvidar a los mexicanos que también buscan pasar al otro lado.

Sostuvo que ellos son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza, la violencia, el narcotráfico, el crimen organizado y, frente a "tantos vacíos legales", caen presas de una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres.

Indicó que no sólo sufren la pobreza, sino que encima sufren estas formas de violencia; una injusticia que se radicaliza en los jóvenes que se vuelven "carne de cañón", son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas.

"¡Y qué decir de tantas mujeres, a quienes se les arrebató injustamente la vida!", continuó, haciendo referencia a las "Muertas de Juárez".

Exhortó a que le pidan a Dios "el don de la conversión", "el don de las lágrimas" y tener el corazón abierto a su llamado en el rostro sufriente de tantos hombres y mujeres.

"¡No más muerte ni explotación! Siempre hay tiempo de cambiar, siempre hay una salida y una oportunidad, siempre hay tiempo de implorar la misericordia del padre", subrayó.

Por último aseguró que conoce y destacó el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil a favor de los derechos de los migrantes, así como la labor comprometida de tantas hermanas religiosas, de religiosos y sacerdotes, de laicos "que se la juegan en el acompañamiento y en la defensa de la vida".+

Texto completo de la homilía del Santo Padre