Miércoles 24 de abril de 2024

Monseñor Marino visitó a los internos de la alcaidía de Batán

  • 12 de abril, 2012
  • Mar del Plata (Buenos Aires)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, visitó la alcaidía de Batán con motivo de la llegada de la Pascua e ingresó a ocho pabellones donde compartió con los internos, les brindó unas palabras y los bendijo. El prelado llamó a los internos a "sentir la paz del Señor" y les recordó "queremos arrimar un mensaje de fe, de esperanza, que ayude a encontrar en Dios, en Jesucristo, el sentido profundo de esta vida. Les deseo que Jesús sea siempre el Maestro de ustedes, que los haga interiormente libres".
Doná a AICA.org
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, visitó la alcaidía de Batán con motivo de la llegada de la Pascua e ingresó a ocho pabellones donde compartió con los internos, les brindó unas palabras y los bendijo.

Los detenidos pudieron expresarle su afecto y palabras de agradecimiento, incluso le entregaron algunos presentes elaborados por ellos mismos.

Monseñor Marino manifestó a los internos que los visitó porque "pienso en ustedes, y vine a bendecirlos y a darles una voz de aliento. Para que puedan mirar hacia adelante, con esperanza, con ojos constructivos y no se dejen estar".

"Dios ? dijo el pastor marplatense- es un padre lleno de bondad, nos ama a todos, los ama a ustedes personalmente, a cada uno con su nombre, tiene tiempo para cada uno de ustedes, de nosotros".

El obispo llamó a los internos a "sentir la paz del Señor" y les recordó "queremos arrimar un mensaje de fe, de esperanza, que ayude a encontrar en Dios, en Jesucristo, el sentido profundo de esta vida. Les deseo que Jesús sea siempre el Maestro de ustedes, que los haga interiormente libres".

Monseñor Marino también pudo conocer las actividades que realizan, como jugar al rugby y visitó la quinta que tienen y cuidan, cuyos frutos son donados a la Noche de la Caridad y el Hogar Nazaret. Muchos internos se acercaron al obispo y le pidieron bendiciones para algunos objetos religiosos y también oraciones por sus familias.

Gracias a la Pastoral Penitenciaria, al capellán del lugar, a la hermana Helena Kuc y al presbítero Daniel Climente, los detenidos de la alcaidía pudieron vivir todas las celebraciones de la Semana Santa. El sacerdote les lavó los pies a doce de ellos, hicieron un Vía Crucis con una estación y recorrido por los pabellones y también hubo una misa con motivo de la Pascua de Resurrección. +