Jueves 18 de abril de 2024

Mons. Stanovnik marcó pautas para que el acta de la Independencia tenga plena vigencia

  • 11 de julio, 2016
  • Corrientes (AICA)
"El acta de la Independencia alcanzará su plena vigencia, conforme a los ideales de sus gestores, cuando la familia más postergada de los argentinos tenga una casa digna para formar su hogar, donde no falte la asistencia de la salud, la educación y un trabajo honrado para los padres", advirtió el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, al presidir el tedeum por el 9 de Julio en el santuario de Nuestra Señora de la Merced.
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"El acta de la Independencia alcanzará su plena vigencia, conforme a los ideales de sus gestores, cuando la familia más postergada de los argentinos tenga una casa digna para formar su hogar, donde no falte la asistencia de la salud, la educación y un trabajo honrado para los padres", advirtió el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, al presidir el tedeum por el 9 de Julio en el santuario de Nuestra Señora de la Merced.

El prelado sostuvo que "con esta consigna irrenunciable, queremos renovar hoy nuestro fervor patriótico, como lo hicieron los que nos legaron el Acta fundante de nuestra argentinidad, ´llenos de santo ardor por la justicia´, prometieron ante ´Dios y la señal de la Cruz´ sostener ´estos derechos hasta con la vida, haberes y fama´".

"Para vivir dignamente en esta casa de familia, que es nuestra Patria, debemos cuidarla entre todos de algunos males que la amenazan. El desencuentro que no nos deja reconocernos como hermanos. Ese desconocimiento corre el riesgo de convertirse en desprecio del otro, a lo que sigue la corrupción generalizada, la plaga del narcotráfico y el descuido de la casa común", alertó citando el documento episcopal sobre el bicentenario patrio.

El arzobispo correntino indicó que "el desprecio del otro, consecuencia del desencuentro, es causado y corre el riesgo de ir en aumento, por una creciente clausura del hombre a la trascendencia. La verdadera libertad, que crea las condiciones del encuentro entre las personas, conlleva necesariamente la apertura a Dios, como Aquel con quien es posible establecer un verdadero vínculo personal, amoroso y libre, que es la base para iluminar y dar sentido a la vida del hombre, de la familia y de los pueblos".

Tras señalar que el documento episcopal dedica un capítulo entero a la independencia y educación, planteó que "para ser independientes y libres, debemos depender".

"Es una paradoja -reconoció-, sin embargo en ella se resuelve si la dependencia que debemos cultivar en los vínculos con los otros es una dependencia liberadora. Pero ese carácter liberador de la dependencia no la pueden asegurar las personas, a no ser que ellas descubran que son criaturas del Amor infinito, cuyo rostro paterno, bondadoso y lleno de misericordia ser reveló en su Hijo Jesucristo".

"Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Él es el fundamento de una educación humanista y cristiana, libre y abierta a todas las culturas, forjadora de las virtudes cívicas propias del ciudadano, cualquiera sea su posición en la sociedad. Este es el acervo educativo que desde la Iglesia queremos seguir ofreciendo como contribución al bien común de nuestra patria", añadió.

El prelado habló también de la "salud de las instituciones", al afirmar que ésta "se fortalece con el ejercicio de la política en clave de servicio. Aquel que se pone al servicio de los demás siempre busca incluir a todos y, además, encuentra los caminos más adecuados para la integración y participación responsable de todos, sin dejar a nadie afuera".

"Sin embargo, al proponer estas exigencias éticas elementales, los cristianos miramos a Jesús y de él aprendemos a descubrir rostros, acercarnos a cada uno, curar enfermedades y dolencias más rebeldes como las adicciones al poder "que amenazan con más fuerza a aquellos que lo ejercemos en niveles importantes de la comunidad", al placer y al dinero; la indiferencia y la falta de perdón. Solo una verdadera mística del servicio, que coloque en el centro a la persona humana y su inalienable dignidad, nos salva del aislamiento y nos capacita para construir una Nación libre, fraterna y soberana", concluyó.+

Texto completo de la homilía