Jueves 25 de abril de 2024

Mons. Stanovnik explica la importancia de la indulgencia jubilar

  • 17 de noviembre, 2015
  • Corrientes (AICA)
El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap., ofreció una catequesis para explicar a los fieles la importancia de la indulgencia plenaria y el llamado a experimentar y transmitir el amor de Dios en este tiempo. "La Iglesia, con el Año Santo, ofrece la posibilidad de adquirir la indulgencia para uno y también para los difuntos", expresó.
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A poco de comenzar el Año Santo de la Misericordia, el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap., ofreció una catequesis para explicar a los fieles la importancia de la indulgencia plenaria y el llamado a experimentar y transmitir el amor de Dios en este tiempo.

El prelado aseguró que el Año de la Misericordia es un tiempo para acercarse al sacramento de la reconciliación para confesar los propios pecados y recibir el perdón de Dios. No obstante, recordó que el pecador "queda como pegado a esa inclinación", porque, aún perdonado, el hombre "queda disminuido para vivir con alegría y en la caridad el amor a Dios y a los hermanos".

"El hombre queda marcado por esa culpa pasada. Por eso es importante el período de penitencia. Es importante ese período de recuperación para hacernos más capaces de amar a Dios y al prójimo", explicó.

En tiempos especiales, detalló el prelado, la Iglesia ofrece la indulgencia, que actúa sobre ese período de penitencia. "Es un plus del amor de Dios que la Iglesia administra para que los creyentes nos capacitemos más rápidamente para amar a Dios, sentir su amor y amar a nuestros hermanos", dijo.

El arzobispo ofreció un ejemplo para su explicación: "Cuando entre dos amigos o los esposos hay una ofensa se provoca una herida. Se espera que se reconcilien, y esto pasa por el reconocimiento del que ofendió y la espera de recibir el perdón del otro. Luego se da ese momento hermoso, porque se perdonan mutuamente y tratan de volver a lo que eran. Pero, en realidad, no se puede volver de golpe, porque la herida fue fuerte y queda sangrando. Es necesaria curarla. Se cura con actos sucesivos de confianza, de amor, de caridad y de respeto. Lleva tiempo. Es la pena que uno tiene que cumplir por el pecado".

Para que termine ese tiempo, monseñor Stanovnik aseguró que se necesita cumplir la penitencia. "La Iglesia administra las indulgencias en tiempos especiales. Dios le concedió a la Iglesia que administre este perdón. La Iglesia, con el Año Santo, ofrece la posibilidad de adquirir la indulgencia para uno y también para los difuntos. Los difuntos ya no pueden hacer nada por sí mismos, pero como ya estamos viviendo la comunión de los santos; podemos pedir ese indulto de Dios. Todo esto es para que experimentemos más profundamente que Dios es un dios de perdón y de misericordia", desarrolló.

El arzobispo correntino reiteró que quien experimenta la misericordia profundamente vive ese perdón y ese amor de Dios con los demás. "Eso después se derrama, desde esa escuela que es la familia, hacia otros límites, como los compañeros de trabajo, en el deporte, en la calle, con los vecinos. El Año de la Misericordia es una gracia inmensa para los creyentes y también para nuestra patria", opinó.

Monseñor Stanovnik concluyó su catequesis animando a los fieles a buscar la indulgencia durante el Año de la Misericordia para ser sal y fermento de la sociedad.+
Video de la catequesis

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