Mons. Santiago: la renuncia de Benedicto fue como "una última encíclica no escrita"
- 12 de marzo, 2013
- Santo Tomé
El obispo de Santo Tomé, monseñor Hugo Norberto Santiago, reflexionó en una entrevista radial acerca de la renuncia del emérito papa Benedicto XVI, y consideró que tal gesto trascendió los ambientes de la Iglesia católica y llegó al mundo entero como "una última encíclica no escrita". "Me parece que la renuncia trascendió enseguida la Iglesia Católica. Se percibía que era como una última encíclica no escrita, un mensaje que llegaba a los gobiernos, para mostrar que el poder es un servicio y para edificar, y si una persona ya no puede, hacerse un paso al costado. Deja ver con mucha claridad que lo importante es el bien común. Las personas pueden estar o no estar".
Las declaraciones de monseñor Santiago se dieron en el marco del programa "El Santo Padre, testigo de Cristo", que emite FM Parroquial (101.5 Mhz). El prelado, quien estuvo en Roma cuando Benedicto XVI dirigió su penúltimo rezo del Ángelus dominical, expresó: "Me parece que la renuncia trascendió enseguida la Iglesia Católica. Se percibía que era como una última encíclica no escrita, un mensaje que llegaba a los gobiernos, para mostrar que el poder es un servicio y para edificar, y si una persona ya no puede, hacerse un paso al costado. Deja ver con mucha claridad que lo importante es el bien común. Las personas pueden estar o no estar".
Monseñor Santiago aseveró asimismo que la renuncia sorprendió "porque es el Papa", pero recordó que su gesto, dado a conocer el pasado 11 de febrero, forma parte de una disposición que viene del pontificado de Pablo VI (1965-1978), quien estableció durante su ministerio la renuncia obligatoria de los sacerdotes y obispos a sus cargos al cumplir los 75 años, y la imposibilidad de los cardenales superiores a 80 años de participar en los cónclaves. "Me parece que Benedicto tenía muy presente todo esto. Es probable que esto siente precedente, sobre una conciencia superior sobre los propios límites, aunque sin dejar la cruz", estimó el obispo.
"A los religiosos nos marca camino ?prosiguió-, porque Benedicto nos dice que llevará su cruz en la oración y la reflexión. Sabemos que a las personas no se las puede cambiar desde afuera, se necesita una conversión libre del corazón, y eso se obtiene mediante la gracia, y la gracia a través de la oración. Así que el Papa estará un poco en el meollo de la vida cristiana. Se pone en una situación que es acorde a su edad y que es muy valiosa para los que creemos. Sabemos que muchas cosas se solucionan cuando rezamos para que se solucionen, sobre todo cuando intervienen la libertad de las personas y sus decisiones, cuando pedimos que Dios ilumine al mundo. Por lo tanto, el Papa seguirá haciendo su ministerio desde allí".
Monseñor Santiago también valoró el ejemplo del Papa dado al mundo con su renuncia, y sostuvo su postura al recordar el mensaje del presidente de Israel, Shimon Peres, quien manifestó su tristeza al conocer la decisión y alabó el gesto del Papa. "Me parece que es un mensaje muy claro, y que le hace bien tanto a los fieles como a los no creyentes".
El prelado también charló en el programa sobre sus impresiones personales del Papa, con quien tuvo oportunidad de dialogar en varias ocasiones: "A mí me sorprende que el papa Benedicto te miraba a los ojos y te escuchaba, ¡y te respondía! Yo me acuerdo que, cuando hicimos el curso de obispos nuevos, fui a saludarlo y le dije que provenía de una diócesis muy pobre y muy religiosa. Y me contestó que esto último era lo importante".
"Es típico de una persona con muchas virtudes, y a pesar de ser un intelectual y alemán, es una persona muy cariñosa, un hombre muy cálido. Rompió ciertos moldes", concluyó.+
