Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Radrizzani: "Cuaresma, el principio de una vida nueva"

  • 20 de febrero, 2015
  • Mercedes (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, compartió una carta pastoral en la que invita a vivir la Cuaresma como un tiempo propicio para reconstruir las relaciones con Dios, a través de la conversión, y con la comunidad. El prelado define la Cuaresma como "una invitación para contemplar en el horizonte la luz de la Pascua".
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El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, compartió una carta pastoral en la que invita a vivir la Cuaresma como un tiempo propicio para reconstruir las relaciones con Dios, a través de la conversión, y con la comunidad. El prelado define la Cuaresma como "una invitación para contemplar en el horizonte la luz de la Pascua".

Monseñor Radrizzani invita a los fieles a aprovechar durante estos días la liturgia de la Palabra, que ofrece en este tiempo textos que son "una auténtica fuente para reconstruir las relaciones en nuestra familia y en nuestras comunidades".

El arzobispo también recomienda intensificar la oración, y recuerda que rezar es un acto de búsqueda de Dios y re conocimiento de Él "es un Padre que me ama y ama a quienes me rodean". Asegura que así nace la auténtica fraternidad, porque "somos todos hermanos e hijos de nuestro buen Padre Dios".

Respecto al ayuno, otra práctica característica de la Cuaresma, monseñor Radrizzani observa que la privación de alimentos también tiene una realidad interior: "Es el desear vivir la Palabra, es nuestro deseo de expiación por nuestros pecados y los pecados de nuestros hermanos, es una voluntad ayudada por la gracia para evitar cualquier forma de egoísmo que anula en nosotros la acción del Espíritu de Dios que nos prepara al gozo de la Pascua".

El prelado también invita a realizar obras de caridad concretas, pero como un fruto de las otras prácticas cuaresmales. Al respecto sostiene: "Si hemos meditado la Palabra, si hemos vivido en la presencia de Dios mediante la oración y hemos renunciado a las obras de las tinieblas, permitimos a nuestro corazón abrirse en la caridad hacia el prójimo, particularmente por los pobres, enfermos, alejados, no creyentes y a todos aquellos que sufren o nos hacen sufrir".

Monseñor Radrizzani convoca en su misiva a las comunidades a preparar la jornada convocada por el Santo Padre para dedicar 24 horas al Señor y, finalmente, recuerda que el tiempo de la Cuaresma es "el principio de una vida nueva".+

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