Mons. Polti: Los jóvenes sueñan con una vida hermosa y constructiva
- 25 de julio, 2013
- Río de Janeiro (Brasil)
"Los jóvenes sueñan con una vida hermosa y constructiva. Esperan apoyo de los adultos, de la sociedad civil y de la Iglesia", expresó en su catequesis de ayer, miércoles 24 de julio, en la Jornada Mundial de la Juventud, el obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, sobre el tema "Sed de esperanza, sed de Dios". Se refirió también a la pasión de los jóvenes por los medios de comunicación, lo que manifiesta su gran deseo de comunicar y confrontarse con los demás, de ampliar los propios horizontes. Sin embargo, y al mismo tiempo, "muchos jóvenes sufren de soledad".
Se refirió también a la pasión de los jóvenes por los medios de comunicación, lo que manifiesta su gran deseo de comunicar y confrontarse con los demás, de ampliar los propios horizontes. Sin embargo, y al mismo tiempo, "muchos jóvenes sufren de soledad".
También aseveró que los jóvenes están en la búsqueda de altos ideales -que la sociedad sea más justa, que haya menos pobres, etc.- del sentido de plenitud de la existencia y desean encontrar su lugar en la sociedad y construir su futuro, como por ejemplo un trabajo para mantener la familia dignamente.
Estas esperanzas se ven muchas veces frustradas por las dificultades que encuentran en la vida cotidiana (separaciones familiares, problemas afectivos, precariedad y desocupación, incertidumbre por el futuro, etc.) que llevan a muchos jóvenes a desanimarse, llegando a veces a refugiarse en compensaciones afectivas y dependencias de varios tipos (alcohol, droga, Cyber dependencia, pornografía?),
Al reflexionar sobre las expectativas de una esperanza nueva, monseñor Polti se preguntó ¿cómo podemos ser felices? Y respondió que la felicidad no es la respuesta a la búsqueda más profunda de la persona, sino que el tema fundamental es el amor, que está en relación directa con la felicidad.
El dinero, la salud, todos los bienes terrenos ayudan a la felicidad, pero ésta no consiste en ellos. En cambio, entre amor y felicidad hay un total paralelismo.
Frente al amor, el dolor no nos causa el mismo problema, porque en la vida lo importante no es sufrir, sino saber amar. El amor es la clave para entender la vida, es lo único, lo absoluto en la vida.
Se entiende entonces: (Surco 795) "Lo que se necesita para conseguir la felicidad , no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado" y es Cristo quien nos ofrece la verdadera esperanza, Cristo es la respuesta de nuestro Padre Dios a las preguntas fundamentales.
Monseñor concluyó su catequesis citando al papa Francisco en una homilía del pasado Domingo de Ramos: "El que encontró a Cristo, encontró la alegría. Nuestra alegría nace de haber encontrado a una persona: Jesús que está entre nosotros; nace del saber que con Él nunca estamos solos, incluso en los momentos difíciles, aun cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos que parecen insuperables y ¡hay tantos! Y, por favor, no se dejen robar la esperanza, no se dejen robar la esperanza. Esa que nos da Jesús".+
Texto completo de la catequesis
