Jueves 18 de abril de 2024

Mons. Ojea ordenará un nuevo diácono

  • 22 de marzo, 2013
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
La iglesia diocesana de San Isidro celebrará esta noche, desde las 20.30, la ordenación diaconal del seminarista Tomás Alejo Chavarría, que recibirá la gracia del Espíritu Santo por imposición de manos del obispo, monseñor Oscar Vicente Ojea. El lema que eligió para su ordenación es "El Señor nos encontró dignos de confiarnos la buena noticia, y nosotros la predicamos".
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La Iglesia diocesana de San Isidro celebrará esta noche, desde las 20.30, la ordenación diaconal del seminarista Tomás Alejo Chavarría, que recibirá la gracia del Espíritu Santo por imposición de manos del obispo, monseñor Oscar Vicente Ojea, en una celebración por desarrollarse en la catedral de San Isidro Labrador (avenida Libertador 16.200).

El joven aspirante al sacerdocio ministerial ingresó al Seminario diocesano el 7 de marzo de 2006, hace poco más de 7 años. El lema que eligió para su ministerio diaconal es "El Señor nos encontró dignos de confiarnos la buena noticia, y nosotros la predicamos".

Explicación del lema
En la página web del obispado, el joven seminarista dejó una breve reseña de su lema de ordenación.

"Hace siete años entraba al Seminario con mucho entusiasmo; quería ser un buen cura. En mi experiencia de Iglesia había conocido algunos muy buenos y muy comprometidos con la vida de mi comunidad. Así fue como el 7 de marzo de 2006 entré al seminario. A lo largo de este tiempo fui creciendo en muchos aspectos.

Especialmente fui ahondando en el misterio del llamado que Jesús me había hecho y que tanto me entusiasmó desde el principio.

Así es que muchas personas se fueron cruzando y junto con el Señor fueron moldeando mi corazón. El lema que elegí explica un poco esto: El Señor nos encontró dignos de confiarnos la buena noticia, y nosotros la predicamos".

Como el hijo menor, en la parábola del Padre misericordioso, el encuentro con Jesús, para nosotros, es pura gratuidad. En primer lugar, porque nos sostiene en su confianza, una confianza tan grande que nos encarga su Buena Noticia. En segundo lugar porque no estamos solos, somos un cuerpo de hermanos que disfruta de esta gratuidad.

Es entonces que fruto de este encuentro, como los discípulos de Emaús, salimos inmediatamente a compartirlo. Es la Buena Noticia de Jesús que murió y resucito para salvarnos, que está vivo y sale a nuestro encuentro en los hermanos, invitándonos a amarnos unos a otros como Él nos amó.

En este tiempo de diaconado, la iglesia me invita a vivir el carisma del servicio de una manera especial, dejándolo que cale hondo, primero en mi corazón. Será entonces aprender a servir a los demás y a mí mismo, de esta manera la entrega será más plena. Que Dios los bendiga"
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