Miércoles 24 de abril de 2024

Mons. Mestre: "Ser receptáculos de la paz verdadera y auténtica"

  • 22 de abril, 2020
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
Para su homilía, el obispo marplatense tomó tres palabras con tres frases: "Puertas cerradas", "la paz" y "creyendo en Jesús tener vida".
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En el segundo domingo de Pascua, fiesta de la Divina Misericordia, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, mencionó que el Evangelio “concentra muchos de los grandes temas pascuales: vivir de puertas abiertas, vencer el temor, la paz, la alegría, el envío misionero, el Espíritu Santo, la comunidad reunida en oración, el perdón de los pecados, la fe en la presencia del Señor Resucitado, la superación de las dudas de los discípulos”.



Para su homilía, el obispo marplatense tomó tres palabras con tres frases: “Puertas cerradas”, “la paz” y “creyendo en Jesús tener vida”.



Puertas cerradas

“Las puertas cerradas simbolizan el miedo que paraliza a los discípulos y que, justamente, los cierra, los encierra, los hace volverse sobre sí mismos, ser excesivamente autorreferenciales como insiste el papa Francisco”, comenzó diciendo monseñor Mestre. Ante las amenazas del exterior “se prefiere encontrar una falsa seguridad en el ensimismamiento de las puertas cerradas”. Esto implica “bloquear la comunicación” y puede ocurrir en familias, grupos y comunidades, “situaciones en las que no se acepta dialogar los temas que son necesarios de hablar. Temas tabú que nunca se terminan de sanar o asumir por las actitudes de cerrazón de corazón”, explicó el obispo.



La paz

En el segundo punto, mencionó el saludo de Jesús resucitado a los apóstoles, que “no es un simple saludo”: “El saludo de paz de Jesús hace real y efectiva esa paz como don de Dios en el corazón del que lo recibe. Uno de los principales frutos de la Pascua del Señor en nuestra vida es justamente la tan ansiada y necesaria paz”. En este sentido, monseñor Mestre recomendó “ser receptáculos de esta paz verdadera y auténtica”, y esto tendrá “preciado” efecto: “reconciliar nuestros corazones”. Esa paz “unifica todas nuestras tendencias interiores orientándolas al único que da sentido a nuestras vidas que es el mismo Dios”.



Creyendo en Jesús tener vida

Por último, se detuvo en el verbo creer, que “invita claramente a tener fe y fiarse solo en Jesús”, ya que “en Él y solo en Él se puede tener vida verdadera”. Monseñor Mestre sintetizó el Evangelio de Juan con tres palabras: creer, Jesús y vida, esas que “hoy debemos tener presente para redefinir nuestra vida de resucitados con el Señor”. Al concluir, el prelado marplatense invitó a interiorizar la experiencia del apóstol Tomás “y con él poder decir: ‘¡Señor mío y Dios mío!’. Así seremos parte de aquellos discípulos y, creyendo en Jesús, tendremos vida”.+