Mons. Mestre en la Marcha de la Esperanza: "Que nadie nos robe el Adviento"

Miles de fieles caminaron por las calles de Mar del Plata llevando la imagen de la Virgen de Luján, en el marco de la 44º Marcha de la Esperanza, que se dirigió desde la gruta de Lourdes hasta la catedral de los Santos Pedro y Cecilia con el lema "Madre, enséñanos a construir la paz".

Miles de fieles se congregaron en la tarde del sábado 2 de diciembre para participar de la 44° Marcha de la Esperanza, que partió desde la gruta de Lourdes, en Mar del Plata hacia la catedral de los Santos Pedro y Cecilia donde se rezó la misa al aire libre, presidida por el obispo diocesano, monseñor Gabriel Mestre.

La actividad se desarrolló con el lema "Madre, enséñanos a construir la paz" y fue la primera vez que monseñor Mestre encabezó la marcha como obispo de Mar del Plata. A su paso, muchos lo saludaban, le pedían bendiciones, hubo quienes le ofrecieron mate y también lo animaron a aplaudir e incluso a sumarse a algún pequeño baile.

Al llegar a la catedral, el obispo presidió la misa, que fue concelebrada por los sacerdotes presentes en un pequeño altar montado en las escalinatas del templo. A las 20.44, se hizo un minuto de silencio para recordar a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, como se había especificado en una convocatoria en las redes sociales.

"Hemos cantado ?María, está pasando por aquí?, y tenemos presente las distintas advocaciones. La hemos descubierto como madre de niños, pobres, ancianos, jóvenes, enfermos. María ha pasado realmente por aquí; y si ha pasado profundamente por los que hemos caminado, rezado y los que la han seguido por la radio desde sus hogares; ella abrirá nuestro corazón al único Salvador, al único Mediador que es Jesucristo", señaló monseñor Mestre al inicio de su homilía, y destacó que a partir de este domingo "comenzamos a prepararnos para celebrarlo en el misterio de la Navidad".

"Como discípulos de María, como hijos de ella, le pedimos que por su intercesión este tiempo de Adviento que hoy comenzamos, sea un tiempo para abrirle el corazón a Jesucristo, que es nuestra paz. María nos puede enseñar a construir la paz es porque es auténtica discípula de Cristo. Ante tantos conflictos, cortocircuitos, ante tantas situaciones de tensión en nuestra ciudad, en nuestra patria y en el mundo, abramos el corazón a Cristo que es nuestra paz", añadió el obispo.

Finalmente, expresó cómo debemos prepararnos para la llegada de la Navidad: "Tengo que estar en actitud de vigilancia evangélica. ¡Qué lindo si podemos hacer el esfuerzo a pesar del fin de año, a pesar del cansancio, a pesar de tener que proyectar alguna cuestión para la temporada, a pesar de que los chicos está terminando con los exámenes y a pesar de muchas otras situaciones, no dejemos que las coyunturas nos traguen este tiempo, que nadie nos robe el Adviento como tiempo de preparación de la Navidad", advirtió.

"Que el consumismo que a veces toca nuestras vidas, en una Navidad que cada vez se descristianiza más, no nos robe este tiempo", pidió monseñor Mestre y añadió: "Después de haber peregrinado todo el día llevando las intenciones, las acciones de gracias, los pedidos de perdón al Señor, que sea realmente el inicio de un fecundo tiempo de Adviento. Que nada ni nadie nos robe poder preparar nuestro corazón para Jesús que viene a nuestro encuentro", concluyó.+