Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Martorell: "El Padre nos espera con el beso del perdón"

  • 10 de marzo, 2016
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
Monseñor Marcelo Raúl Martorell, obispo de Puerto Iguazú, brindó una reflexión, en el cuarto domingo de Cuaresma, sobre el pasaje evangélico del hijo pródigo y señaló que "Dios Padre nos espera con el beso del perdón en su misericordia".
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"La proximidad de la Pascua nos hace volver la mirada, en medio de la Cuaresma, al tema de la misericordia del Señor", comenzó en su reflexión, en el cuarto domingo de Cuaresma, el obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell. "La Pascua está rubricada por la reconciliación del hombre con Dios y nos hace mirarlo con un corazón lleno de deseos de reconciliación", continuó.

El obispo aseguró que Jesús se sirve de dos parábolas para hacer comprender la misericordia de Dios. Primero, la parábola de la oveja perdida, en la que "la oveja perdida es el pecador que se ha alejado del rebaño y que el amor de Dios en Jesucristo la busca y la lleva consigo. Todo pecador es buscado por Cristo para ponerlo sobre sus hombros y llevarlo a una vida mejor, a la vida de la gracia y del amor junto al rebaño creyente".

Segundo, la parábola del hijo pródigo que abandonó la casa del padre, pero -tocado por la gracia-, vuelve a la casa paterna y el Padre amorosamente sale a su encuentro y hace para él una fiesta. Dios es el Padre que espera sin cansancio a los hijos que lo han abandonado y los toca con su gracia y los incita a regresar".

Asimismo, monseñor Martorell aseveró que "todos nosotros, pecadores, somos tocados por la gracia para volvernos a Dios Padre, que nos espera con el beso del perdón en su misericordia. Todos estamos llamados a volver a Dios y la Cuaresma se hace un camino maravilloso para la conversión".

"La gracia de Dios está tocándonos constantemente la interioridad de nuestro corazón para que cambien nuestras costumbres, nuestros gestos y actos humanos. Sepamos que la misericordia de Dios es infinita y que su Hijo hecho Pascua nos está esperando, para hacernos gustar del amor del Padre", agregó.

Finalmente, manifestó la invitación de la Iglesia a "gustar de la inmensa misericordia de Dios Padre, a no quedarse caídos en medio del camino. Pone en nuestro corazón la necesidad de reconciliarnos con Él, de convertirnos cada vez más al amor de Dios y de los hermanos. Toca con su gracia la dureza de nuestro corazón llamándonos a la conversión y a gustar de su infinita misericordia".+

Texto completo de la homilía