Mons. Martorell: "El Adviento es un tiempo para preparar el encuentro definitivo con el Señor"

El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Raúl Martorell, compartió la homilía que predicó el pasado domingo en ocasión del comienzo del Adviento, en la que rescató que el sentido de este tiempo litúrgico es "percibir la alegría del encuentro definitivo con el Señor". El prelado resaltó que el período preparatorio para la Navidad del Señor tiene dos "puntos focales": el cumplimiento de la promesa de Dios acerca de un Salvador para la humanidad caída tras el pecado original y la segunda venida de Jesucristo en la Parusía. "La Iglesia quiere que nuestro corazón perciba la alegría del encuentro definitivo con el Señor", enseñó a los fieles.

El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Raúl Martorell, compartió la homilía que predicó el pasado domingo en ocasión del comienzo del comienzo del Adviento, en la que rescató que el sentido de este tiempo litúrgico es "percibir la alegría del encuentro definitivo con el Señor".

Asimismo, el prelado que conduce espiritualmente a los fieles del extremo norte de la provincia de Misiones resaltó que el período preparatorio para la Navidad del Señor tiene dos "puntos focales": el cumplimiento de la promesa de Dios acerca de un Salvador para la humanidad caída tras el pecado original y la segunda venida de Jesucristo en la Parusía.

"Desde el principio, después del pecado de nuestros padres ?relató el prelado-, la humanidad espera la salvación y ser liberados del pecado; espera al Salvador prometido por Dios".

"Los profetas lo anunciaron, lo proclamaron y lo esperaron, y no tuvieron retaceos: por eso Jeremías dice que se restablecerá la justicia y el derecho sobre la tierra", explicó monseñor Martorell.

"El otro punto focal del Adviento ?continuó el obispo- es la venida del Señor, quien prometió que al final de los tiempos vendrá para el juicio definitivo". Monseñor Martorell esclareció que esta espera "exhorta a vivir siempre en un continuo adviento, y eso significa transformar nuestro corazón para hacerlo semejante al de Jesucristo".

"De verdad, no sabemos ni el día ni la hora en que vendrá el Señor en su gloria, y ciertamente vendrá y nos preguntará sobre esa herencia fabulosa que nos dejó: vivir en el amor", razonó monseñor Martorell.

Además, el obispo aseguró que esta espera no pretende "llenar el corazón de temor", sino advertir "que esta vida no es definitiva y que esta ciudad terrena no puede ser nuestra meta". "La Iglesia quiere que nuestro corazón perciba la alegría del encuentro definitivo con el Señor", dijo a los fieles.

"Velemos pues y oremos para encontrarnos con el Señor. ¡Ánimo!, esperemos la Navidad con espíritu cristiano y que el Señor nos encuentre haciendo el bien y amando a nuestro prójimo ", exhortó el obispo. +

Texto completo de la homilía