Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Lugones pidió una "pastoral de encuentro" con los adictos

  • 27 de junio, 2013
  • Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Lomas de Zamora pidió a los sacerdotes, religiosos y laicos hacer una "pastoral del encuentro" para quienes cayeron en el consumo de drogas, y animó a mostrar cercanía y afecto con las personas vinculadas a este "grave problema" social. "Sabemos que no hay recetas mágicas ?reconoció-. Pero estamos convencidos de que trabajando juntos podremos avanzar significativamente. Les pido que nos ocupemos de este problema. Hay muchísimo por hacer, empezando por la prevención en nuestras parroquias, con jornadas de reflexión, y con la creación de centros preventivos".
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El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, celebró este miércoles 26 una misa por el Día Internacional de lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, para pedir por las personas que caen en el consumo de drogas, por quienes viven de ese negocio y por aquellos que están en recuperación. Al animar a quienes trabajan en la recuperación de los adictos, les pidió hacer una "pastoral del encuentro", como propuso el papa Francisco tiempo atrás.

El prelado, que integra la Comisión Episcopal de Pastoral Social, indicó que la forma de paliar este "grave problema" es "estando cerca, abrazando, acompañando, poniendo el hombro, saliendo a buscar, a consolar y restituyendo derechos".

"Sabemos que no hay recetas mágicas ?reconoció-. Pero estamos convencidos de que trabajando juntos, poniendo el esfuerzo en acciones concretas, podremos avanzar significativamente en la ?reducción de los daños? que provoca la droga". Por esto, invitó a los agentes pastorales a trabajar con las familias y los jóvenes. "Les pido que nos ocupemos de este problema ?dijo-. Hay muchísimo por hacer, empezando por la prevención en nuestras parroquias, con jornadas de reflexión, y con la creación de centros preventivos".

En otro momento de su homilía, el obispo de Lomas buscó reflejar la situación que viven los jóvenes que caen en la trampa del narcotráfico: "Se sienten sin raíces, obligados a afrontar un presente fugaz y un futuro incierto. Se suma a esto que muchas veces no encuentran adultos disponibles para la escucha y la comprensión". También aseguró que muchos se convencen de que "vivir no tiene sentido", porque "felicidad, libertad y amor son sólo palabras huecas, vacías como sus bolsillos o estómagos". También alertó sobre la "sociedad inhóspita e indiferente" y la falta de contención en sus hogares y familias.

"Chicas y muchachos, que están en riesgo o que ya se drogan, y que no vienen a nuestras parroquias ni colegios, son parte del cuadro de rostros sufrientes que hoy muestra nuestra sociedad. Como Iglesia, no podemos permanecer indiferentes. Son verdaderas catedrales del encuentro con el Señor Jesús", expuso. También se refirió a los familiares y amigos de los adictos, que se enfrentan día a día "a un enemigo de enorme capacidad de mal".

Monseñor Lugones alentó a las personas adictas a iniciar o proseguir la recuperación. "Jesús, que ha venido para que tengamos Vida, está al lado de ustedes y los apoya en cada paso que dan para mejorar su calidad de vida. Cuando se sientan débiles, sepan que en Él pueden hacerse fuertes. A las familias que tienen un adicto entre sus miembros, les hago llegar la cercanía del Señor y de la Iglesia diocesana junto al deseo de querer acompañarlos, desde los distintos ámbitos diocesanos, en la escucha, la orientación y la oración", concluyó.+

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