Mons. Frassia: "Por las obras mostraremos que tenemos fe"

"La Eucaristía es el amor de Dios para los pobres, para todas las personas, porque es un amor que llega a todos", señaló el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, en sus reflexiones dominicales en el programa radial "Compartiendo el Evangelio". El prelado afirmó que "en la medida que uno ame a los pobres y ame a los enemigos, está lleno del amor de Dios y entendió lo que es el Evangelio".

"La Eucaristía es el amor de Dios para los pobres, para todas las personas, porque es un amor que llega a todos", señaló el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, en sus reflexiones dominicales en el programa radial "Compartiendo el Evangelio".

El prelado resaltó que "en la vida hay que saber que hay bienes materiales que, cuando se dan, materialmente se pueden perder; pero cuando esos bienes materiales se entregan, con espíritu y unidos a la caridad, no los pierde sino que los gana porque se convierten en un capital espiritual.

"Nuestra vida no tiene que ser reducida a lo natural, a lo biológico, o a lo material. Nuestra vida es una síntesis de materia y espíritu; de cuerpo, persona, inteligencia, voluntad y espíritu; somos una unidad sustancial pero ambas realidades tienen que estar presentes en nuestra vida", aseguró.

Monseñor Frassia advirtió que en el mundo hay niños que necesitan comer "hay muchos chicos desnutridos; infantes que si no tienen una buena alimentación en los primeros años de vida, compromete y enajena el futuro inmediato de esos mismos jóvenes".

El pastor de Avellaneda-Lanús recordó que "en nuestro país hay pobreza, hay gente que come una sola vez por día, come mal, se alimenta mal. Hay una mala distribución y una carencia muy grande de lo que significa poder responder a las necesidades. Que no es solamente la comida, también es el trabajo. Trabajo digno para que uno -dignamente- pueda alimentar con el pan a los suyos".

"Pidamos al Señor ?dijo- tener esa síntesis del pan material, del pan espiritual, la educación, la salud, la vivienda, ¡la familia!, que ordenaría todas las demás necesidades".

El obispo afirmó que "en la medida que uno ame a los pobres y ame a los enemigos, está lleno del amor de Dios y entendió lo que es el Evangelio" y agregó que "por eso la Iglesia siempre habla de amor, perdón, justicia, retribución, reconciliación; realidades que no son debilidades más bien son fortalezas".

Como conclusión, monseñor Frassia pidió que el Señor nos siga alimentando el espíritu para que "nos comprometamos y seamos cada vez más solidarios con las realidades humanas, de las que tenemos que vivir y también rendir y dar cuentas, y por las obras mostraremos que tenemos fe". +

Texto completo de la homilía