Mons. Cardelli: "¡Hagamos células de Evangelio!"
- 26 de agosto, 2015
- San Nicolás (Buenos Aires)
El obispo Héctor Cardelli celebró una misa el martes 25 de agosto en el santuario diocesano de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, como ocurre cada 25 de mes, y allí exhortó a los cristianos a crear "células de Evangelio" para vivir la Palabra en la vida cotidiana y llevarla a los demás.
El prelado habló de los bautizados que pertenecen a "una Iglesia católica muda, que no habla del Evangelio, que no ilumina la realidad con la verdad y que no transforma con el compromiso cristiano".
El obispo de San Nicolás de los Arroyos también se refirió a quienes buscan la paz, el gozo y la sanación en comunidades fuera de la Iglesia, pero sin esforzarse por cambiar aquello que está mal en sus vidas. "Allí no hay sanación ni paz", sentenció el prelado.
Para monseñor Cardelli, cuando "el Señor interviene" en la vida del hombre, es "como una espada de doble filo en el corazón", que llama a la conversión. "¡Convertite a Cristo y comenzá a vivir lo que Él te dice! Leé el Evangelio, porque la sed de felicidad la tenemos todos hermanos", agregó.
Recordando la intención de la novena de este mes, que habla del "celo por anunciar la Palabra", el obispo expresó: "¿Alguna vez me preocupé porque no predico? ¿Piensan que solo se puede predicar dando catequesis para los niñitos de la primera comunión? ¡No! Hacé catequesis con tu vecino, con tu grupo de amigos, con tu marido o mujer, con los vecinos de la cuadra, con los compañeros de trabajo. ¡Hagamos células de Evangelio!".
Siguiendo a María como modelo, monseñor Cardelli invitó a dejar que el Señor haga en cada uno según su Palabra. "Que se haga la Palabra encarnada, que se incorpore de tal manera que me vaya transformando para ser otro Cristo, para reproducir en mí las conductas de Cristo", explicó.
"La primera de las conductas de Cristo para reproducir y llevar a los demás es el anuncio. En verdad, Jesús es la Palabra, y comenzando con la palabra comenzamos en el proyecto que Él propone. Conocemos quién es, qué quiere y por dónde orienta nuestros pasos: fundamentalmente, las grandes verdades, que hay un solo Dios, que nos ama, que la verdadera alegría está en el amor, la alegría y el bien", detalló el prelado.
Monseñor Cardelli también sugirió rezar ante Jesús sacramentado, por medio de la adoración eucarística en las parroquias, capillas y templos, para permitir que el Señor mire a cada uno y así pueda reconocer qué está mal en la vida personal y transformarlo.+
