Mons. Candia advierte sobre el avance del flagelo de la droga
- 12 de enero, 2016
- Buenos Aires (AICA)
El administrador diocesano del Obispado Castrense, monseñor Pedro Candia, envió una carta pastoral a los jefes militares, capellanes y personal de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad, en la que expresa su grave preocupación por "la amenaza de la droga que acecha nuestras familias y nuestras unidades militares y policiales". Consideró que la comunicación y la espiritualidad son los ejes para "enraizarse un verdadero camino de prevención" y anunció que en breve dará a conocer un documento con orientación para la pastoral de las adicciones en este ámbito específico.
El sacerdote citó documentos de los obispos, al sumarse a la "denuncia profética" de la Conferencia Episcopal Argentina ante el avance de este flagelo, y pidió no desviar la reflexión de temas que no tienen competencia las fuerzas armadas como "los estudios e informaciones sobre la situación actual, la delincuencia detrás de las organizaciones narco y otros".
Monseñor Candia invitó a profundizar "más bien en aquello que nos está faltando como personas libres para tener realmente una vida plena: ¿qué puntos de referencia ponemos en nuestra existencia? ¿Cuáles son los valores que nos sostienen en la vida cotidiana?"
"La toxicomanía tiene que considerarse como el síntoma de un malestar existencial, de una dificultad para encontrar su lugar en la sociedad, de un miedo al futuro y de una fuga hacia una vida ilusoria y ficticia", expresó y agregó: "El incremento del mercado y del consumo de drogas demuestra que vivimos en un mundo sin esperanza, carente de propuestas humanas y espirituales vigorosas".
"Como consecuencia de ello, numerosos jóvenes piensan que todos los comportamientos son equivalentes, pues no llegan a distinguir el bien del mal y no tienen el sentido de los límites morales", indicó en una carta pastoral.
El administrador diocesano señaló que la comunicación y la espiritualidad son los ejes para "enraizarse un verdadero camino de prevención".
"Entre las cosas que pueden generar vacío existencial o acrecentarlo está la falta de comunicación. El ?a-dicto? es el que no dice, el que no se comunica. De hecho los adictos nos refieren su experiencia de profunda soledad. Ha llegado allí por huir, por evadirse, para sepultar un sufrimiento o acallar una pena", graficó.
"Nos referimos en este caso a la comunicación cordial y profunda, que nos impulsa a compartir con otras personas pensamientos y sentimientos que hacen a la esfera de lo más profundamente existencial". Ese ámbito interior donde cada uno de nosotros se comprende a sí mismo y comprende aquello que lo impulsa a desempeñar una misión en la vida con pasión y entrega, esa dimensión interior que nos hace únicos e irrepetibles", añadió.
Al referirse a la espiritualidad, el sacerdote recordó que "siempre ha sido en la vida de los hombres fuente de motivación en la búsqueda de significado y sentido de la vida ya que dicho camino es la única puerta que nos abre a lo trascendente".
"Esa apertura parte del reconocimiento de nuestro ser espiritual, de la existencia de una dimensión interpersonal de la vida donde el contacto con los demás implica un mundo espiritual, y por último y fundamental, una relación con Dios que nos pone en un camino espiritual marcado por su presencia providente, sacramental y escatológica", afirmó.
Por último, monseñor Candia exhortó a que, ayudados por el pensamiento del papa Francisco, se subraye la idea de que "la plaga del narcotráfico que favorece y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad" y anunció que en breve el Obispado dará a conocer un documento con orientación para la pastoral de las adicciones, en un ámbito tan específico como el de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad.+
Texto completo de la carta pastoral
