Miércoles 24 de abril de 2024

Mons. Buenanueva: La calidad humana que haya alcanzado nuestra vida decidirá todo

  • 13 de diciembre, 2017
  • San Francisco (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó una vez más sobre el Credo. En su columna semanal publicada en el periódico "La Voz de San Justo", el prelado se refiere a la frase "Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos".
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En una nueva reflexión sobre el Credo, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, centra su mensaje en la frase "Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos".

El tiempo de Adviento, señala el obispo, tiene en su centro el advenimiento de Cristo "como juez de vivos y muertos", pero aclara que "ya no el terror ante su venida, sino la serena alegría del esperado encuentro con Él".

"El Juicio final es Evangelio: buena y alegre noticia", explica el obispo, y asegura que "el creyente lo espera como manifestación definitiva de la salvación. Y allí donde hay espera, incluso ansiosa, hay alegría por lo bueno que está a punto de acontecer".

"La liturgia del Adviento lo expresa así: el que vino por primera vez en la pobreza es el que está ahora viniendo a nosotros y, al final de los tiempos, irrumpirá glorioso para llevar a plenitud su obra", continúa.

De esta manera, indica el prelado, esperamos un encuentro gozoso "que desvelará la verdad de nuestra vida y de toda la humanidad. Así saldrán a la luz los actos de bien que los hombres hayamos hecho en el transcurso de nuestra vida". Sobre todo, afirma monseñor Buenanueva, "quedarán visibles los gestos de amor compasivo a los más vulnerables, débiles y olvidados: ?tuve hambre y me dieron de comer??".

"Seremos juzgados así, no por una ley exterior a nosotros. Será la calidad humana que haya alcanzado nuestra vida la que decidirá todo. ¿Qué clase de persona has sido? ¿Cómo has vivido tus vínculos? ¿Cómo han sido tus amores? ¿Qué ha prevalecido en tu camino? ¿El amor propio? ¿O el amor a los otros, especialmente a los heridos que, a la vera del camino, solo pueden suplicar ayuda? ¿Qué calidad ha alcanzado tu libertad?", plantea.

Para finalizar, el obispo sostiene que "Dios no dejará caer al vacío ningún esfuerzo humano. Es más: no dejará de darle todo su peso al más pequeño gesto de amor y generosidad que hayamos podido realizar", y recuerda que los ojos de Jesús "veían siempre lo oculto, incluso en los corazones más duros y cerrados".

"Dios tiene paciencia, porque ama, conoce la fragilidad de su criatura, no se escandaliza de ella, porque sabe también qué potencia tiene su Espíritu creador", añade el prelado, y recuerda que el Juicio será "la expresión más alta de la misericordia, la compasión y el perdón de Dios que limpiará todas las impurezas de la libertad humana. Quien vive de esa espera sabe que el tiempo que se le ha dado es precioso, que no lo puede dejar pasar viviendo con despreocupación".+

» Texto completo de la reflexión


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