Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Buenanueva: El anuncio de la resurrección ilumina la existencia cristiana

  • 14 de noviembre, 2017
  • San Francisco (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, dedicó su columna semanal sobre el Credo a meditar sobre la expresión "Resucitó". El prelado aseguró que "el cristiano es alguien que ha escuchado el anuncio de la resurrección, lo ha acogido en su propia vida y, haciendo así, toda su existencia ha quedado iluminada".
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En una nueva entrega de su columna semanal sobre el Credo, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre la resurrección de Jesús. Bajo el título "Resucitó", su reflexión se centra en el anuncio de la resurrección que constituye la esperanza de los cristianos.

Para empezar, el prelado hace referencia al atentado de Nueva York, que hace pocas semanas terminó con la vida de cinco argentinos, y mencionó el testimonio de los amigos que los sobrevivieron: "Lloraremos siempre a nuestros amigos. Fue el amor lo que nos trajo aquí y fue el amor lo que nos seguirá uniendo. Ese fue y será nuestro camino. Ese maravilloso círculo de amor y amistad que cultivamos durante décadas fue lacerado. Tendremos que vivir con ese dolor a cuestas", recordó.

"En medio del absurdo y de la irracionalidad del odio, el corazón herido busca palabras porque busca algo de luz. ¡Sólo el hombre reacciona así! Son palabras que buscan la Palabra", afirmó monseñor Buenanueva, conectando estos hechos con su meditación sobre la fe cristiana en la resurrección de Cristo.

"Ese maravilloso círculo de amor y amistad que cultivamos durante décadas fue lacerado. Tendremos que vivir con ese dolor a cuestas". Sólo podemos imaginar, desde fuera y con infinito respeto, lo que eso significa para estas personas, cuyas vidas han cambiado para siempre, reflexionó, en referencia a lo ocurrido en Nueva York.

Recordando la primera carta de San Pablo a los corintios, el obispo destacó: "Si los muertos no van a resucitar, Cristo mismo no ha resucitado. Y si Él no ha resurgido de entre los muertos, nuestra fe es vana y somos los más infelices de los hombres", considerándolo "el corazón del anuncio cristiano".

"Dios se ha hecho cargo de todos los amores rotos, de todas las amistades laceradas, de las innumerables lágrimas vertidas por los hombres. Ha cargado con el dolor de todos los amigos que lloran a sus amigos. Y, resucitando a Jesús de entre los muertos, ha abierto un horizonte de esperanza para quienes aceptan este anuncio", detalló.

Por ese motivo, consideró que un cristiano es "uno que vive de esa esperanza que lo centra en Dios y lo instala en la vida con una pasión renovada, especialmente para vivir las horas oscuras y las más grises del caminar de cada día".

"El cristiano es alguien que ha escuchado el anuncio de la resurrección, lo ha acogido en su propia vida y, haciendo así, toda su existencia ha quedado iluminada", aseguró.

La tumba vacía, continuó el prelado, "es apenas un signo que lo interpela". El cristiano cree que Dios ha resucitado a Jesús de entre los muertos, y a esa palabra se confía. Entonces, señaló el pastor de San Francisco, "su vida y todas sus experiencias más profundas quedan abiertas a la luz de la Palabra".

Sus amores, sus luchas, sus heridas y sus amores lacerados: Nada de eso cae en el vacío ni desemboca en la nada, continuó, e insistió en la frase pronunciada por los amigos de las víctimas del atentado: "Fue el amor lo que nos trajo aquí y fue el amor lo que nos seguirá uniendo".

"Ahí, en esa experiencia en la que se mezclan amistad y sufrimiento, herida y consuelo, está el territorio en el que trabaja el Espíritu de Dios para que el hombre escuche el anuncio de la resurrección, crea en él y, sobre él, funde toda su vida", detalló.

"Un discípulo de Jesús debería comprender de corazón a quien, escuchando el anuncio cristiano de la resurrección sacude su cabeza pensando que se trata de una ilusión. Y debería comprenderlo porque él mismo ha sentido esa duda. Y si, amenazado por ella, hoy puede pronunciar el amén de la fe, es por gracia", sostuvo.

"Es la gracia de un encuentro que le ha cambiado la vida, en la que él no ha tenido la iniciativa, sino que ha sido encontrado y transformado por el amor siempre más fuerte de Dios", concluyó.+