Jueves 18 de abril de 2024

Mons. Buenanueva: "Es la hora de la serenidad, de la escucha y del diálogo"

  • 15 de diciembre, 2017
  • San Francisco (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, consideró que "ésta es la hora de la política como arte de lo posible", al reflexionar sobre la efervescencia legislativa y la violencia manifiesta a la hora de debatir la reforma previsional. "Cuando en el horizonte asoman los violentos que no creen en la democracia -lo sabemos y los conocemos- asoma también la hora de la serenidad, de no dejarse ganar por la furia, de la escucha, el diálogo y los consensos posibles", sostuvo.
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El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, consideró que "ésta es la hora de la política como arte de lo posible", al reflexionar sobre la efervescencia legislativa y la violencia manifiesta a la hora de debatir la reforma previsional.

El prelado expresó que la definición de la política como "arte de lo posible" lo que quiere afirmar es "una apuesta al realismo de la política que, en las circunstancias concretas de espacio y tiempo, contando con estos sujetos de carne y hueso, busca el mejor orden justo posible, aquí y ahora, atendiendo de manera prioritaria a quienes son más vulnerables".

Pero aclaró: "Eso sí es arte, y del más exquisito, porque no solo supone habilidad (esa que les sobra a los pícaros y corrompidos), sino la virtud del que se ha empeñado, no obstante límites y debilidades, en ser justo, siempre y con cada uno".

"Por eso, digo y repito: esa es la hora de la política como arte de lo posible. Y de la más alta escuela. Argentina tiene dirigentes así. Y en todos sus espacios. Y no solo en la política", sostuvo.

Monseñor Buenanueva subrayó, además, que "cuando en el horizonte asoman los violentos que no creen en la democracia " lo sabemos y los conocemos " asoma también la hora de la serenidad, de no dejarse ganar por la furia, de la escucha, el diálogo y los consensos posibles".

Texto de la reflexión
Sé que es criticable la definición de la política como el "arte de lo posible".

Claro, si quiere decir: atajos y componendas para que saquen tajada los que ya tienen una buena porción de la torta, lo que esa definición define es la corrupción de la política tan admirablemente ejercida por tantos pícaros que oscurecen nuestra historia ciudadana.

Lo que sí quiere afirmar es una apuesta al realismo de la política que, en las circunstancias concretas de espacio y tiempo, contando con estos sujetos de carne y hueso, busca el mejor orden justo posible, aquí y ahora, atendiendo de manera prioritaria a quienes son más vulnerables.

Eso sí es arte, y del más exquisito, porque no solo supone habilidad (esa que les sobra a los pícaros y corrompidos), sino la virtud del que se ha empeñado, no obstante límites y debilidades, en ser justo, siempre y con cada uno.

Por eso, digo y repito: esta es la hora de la política como arte de lo posible. Y la de la más alta escuela. Argentina tiene dirigentes así. Y en todos sus espacios. Y no solo en la política.

Por eso, hoy, cuando en el horizonte asoman los violentos que no creen en la democracia " lo sabemos y los conocemos " asoma también la hora de la serenidad, de no dejarse ganar por la furia, de la escucha, el diálogo y los consensos posibles.

No me ha gustado, desde el vamos, la reforma previsional. Mucho menos, sabiendo que, entre sus fines plantea un ahorro (por decir un eufemismo) para bajar el insoportable déficit.

Creo que aquí es necesaria otra cualidad de la política como "arte": la creatividad.

Y si me critican " como me ha pasado recientemente " por estar metiéndome en política siendo obispo, les digo: ¡tienen razón!

Pero añado: no me meto a tomar decisiones, sino a tratar de iluminar desde los valores del Evangelio la dimensión humana y ética que tiene la política como acción humana que involucra la conciencia, la libertad y la capacidad de bien y de virtud que tenemos los seres humanos.

Como obispo no tengo competencia para ofrecer soluciones técnicas. Sí tengo el deber de que la luz del Evangelio y del humanismo cristiano no falte en esta hora difícil de la sociedad de mi país, de la que formo parte como ciudadano y como pastor.

Jesucristo, Señor de la historia: ¡te necesitamos!
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