Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Barbaro ordenará un sacerdote para la diócesis

  • 16 de agosto, 2018
  • Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco)
El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro, ordenará sacerdote al diácono Eduardo Javier Villanueva, durante una celebración que tendrá lugar en la catedral San Roque el viernes 17 de agosto a las 19.
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El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro, ordenará sacerdote al diácono Eduardo Javier Villanueva.

La celebración será el viernes 17 de agosto a las 19 en la catedral San Roque, y se espera la presencia de una gran cantidad de fieles en este momento tan especial para la diócesis.

"En mi camino vocacional Dios puso diferentes personas: En primer lugar mi madre. Con pequeños gestos me inculcó el amor a Jesús, me enseñó que dio su vida por cada uno de nosotros y cómo era importante amar también mucho a su Madre la Virgen, que es Madre de cada uno de los cristianos. Durante esos años de mi niñez recibí la primera Comunión", relató el futuro sacerdote.

"Durante mi adolescencia me alejé de la Iglesia. Asumí otros compromisos como más importantes, no tenía tanto tiempo para Dios. Luego de los estudios secundarios inicié el Terciario. Entre las materias me llamaba la atención aquellas que quizás no eran las más importantes para mi carrera, disfrutaba particularmente las relacionadas a la teología, y sobre todo Doctrina Social de la Iglesia", reconoció.

"Pasaron los años y, tanto con los estudios, como con algunos proyectos personales, parecía que me faltaba algo más. Hasta sentía un gran vacío interior. Incluso llegué a sentir cierta angustia porque no sabía bien qué más hacer. Fueron esos meses tristes en los que recordé mi infancia y todo lo que había aprendido en la catequesis, en particular me llenaba el corazón cuando recordaba a la Virgen y el papel que tuvo en el plan de salvación de Dios. Junto a estos pensamientos recordé que no estaba confirmado y enseguida inicié un camino de regreso a la Iglesia y de buscar luces divinas para ver qué quería Dios para mi vida", contó.

"Con el pasar de los meses me integré a un grupo de la iglesia catedral San Roque, descubrí más sobre Dios y su Iglesia. Disfrutaba de los encuentros semanales donde el catequista, que era un seminarista ?ahora rector del Seminario- explicaba todo con mucha claridad", detalló Eduardo. Luego comenzó a participar más seguido de las misas y a vivir con más frecuencia el sacramento de la Confesión. "Tenía una gran sed de Dios y a la vez que la iba saciando viviendo mi fe y llevando una vida más acorde al Evangelio, surgió la inquietud por el sacerdocio", continuó. "Dios puso en mi camino muy buenos sacerdotes que me escuchaban y yo veía cuánto hacían por los demás, cómo se preocupaban por las almas de los fieles y de qué manera ayudaban a vivir la misa y a recibir los sacramentos", explicó.

En ese contexto de vida y de fe, algo más despertó en su corazón el deseo de ser sacerdote: "Luego de un proceso de diálogo tanto con los sacerdotes como con el obispo, inicié la formación para el sacerdocio en 2010. En el transcurso de todos estos años fui confirmando el llamado de Dios a la vida de total consagración y de servicio a los fieles", afirmó.

"Soy consciente de los desafíos que implica ser sacerdote, no niego que a veces tengo cierto temor, pero por otra parte, me anima la promesa de Jesús de que siempre me va a acompañar, que lleva el timón de la Iglesia y que me invita a ser un instrumento suyo, que me va a regalar la gracia para que pueda ayudar a muchos fieles a encontrar sentido a sus vidas, a servirlos con la predicación de la Palabra e impartiendo los sacramentos", aseguró.

El futuro sacerdote agradeció a los seminarios de Resistencia y de Tucumán donde recibió la formación para el sacerdocio y pidió oraciones para llevar adelante su ministerio. Actualmente se ocupa de diferentes áreas pastorales y anhela ardientemente seguir acompañando, sobre todo espiritualmente, a cuantos fieles la Iglesia le encomiende.+