Viernes 29 de marzo de 2024

Los monjes mártires de Argelia, ahora en cómic

  • 11 de abril, 2014
  • Madrid (España) (AICA)
Inspirado en la conmovedora película "De dioses y hombres", Éditions du Signe acaba de publicar en español el cómic "Una vida entregada a Dios y a los hombres", sobre los monjes mártires de Tibherine. Una edición coordinada por Miguel Larburu, de los Padres Blancos, y con dibujos de Dominique Bar, famoso ilustrador belga. Colaboraron en esta publicación las Obras Misionales Pontificias, Fundación Matía Pardo, Fundación Cusanus y Misiones diocesanas vascas. La muerte de 7 monjes en el Magreb, en plena cordillera del Atlas argelina, conmovió al mundo en 1996. La película del 2011 sobre aquellos hechos, "De dioses y hombres", fue conmovedora, un éxito de taquilla, ganó numerosos premios y recibió innumerables elogios de los críticos de cine.
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"Éditions du Signe" acaba de publicar en español el cómic "Una vida entregada a Dios y a los hombres", sobre los monjes mártires de Tibherine. Una edición coordinada por Miguel Larburu, de los Padres Blancos, y con dibujos de Dominique Bar, famoso ilustrador belga. Colaboraron en esta publicación las Obras Misionales Pontificias, Fundación Matía Pardo, Fundación Cusanus y Misiones diocesanas vascas.

La muerte de 7 monjes en el Magreb, en plena cordillera del Atlas argelina, conmovió al mundo en 1996. La película de 2011 sobre aquellos hechos, "De dioses y hombres", fue conmovedora, un éxito de taquilla, ganó numerosos premios y recibió frases de los críticos de cine que más parecían los encomios de las vidas de santos: "Un relato iluminador sobre fe y heroísmo"; "un regalo visual y moral"; "una lección de convivencia social y religiosa".

El cómic que ahora se publica se inspira en la película pero se inspira también en los hechos que cuenta el único sobreviviente de aquel monasterio cisterciense, el hermano Jean-Pierre Schumacher.

En la bella introducción al cómic escrita por este anciano Cisterciense, recuerda cómo era la vida en Tibherine y cómo "estábamos encantados de esta forma de vida?".

Una forma "de presencia misionera totalmente nueva, que excluye todo proselitismo y que nos invita a compartir la esperanza del pueblo argelino". Era una comunidad pobre entre los más pobres, que logró que las gentes cercanas llamaran a Tibherine, "nuestro monasterio", expresó el hermano Jean-Pierre.