Viernes 29 de marzo de 2024

La Virgen de Itatí y la Cruz de los Milagros en el inicio del Año de la Fe

  • 19 de octubre, 2012
  • Corrientes (AICA)
El mismo día en que el Papa inauguró en Roma el Año de la Fe, los correntinos acompañaron al arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, en la celebración de la misa de apertura de este período pastoral. Luego de la celebración los feligreses fueron testigos del retorno de la Cruz de los Milagros a su santuario de origen, tras permanecer desde 2011 en la iglesia catedral. Ambos acontecimientos motivaron a la feligresía correntina, junto a autoridades provinciales y municipales, a participar de forma multitudinaria.
Doná a AICA.org
El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFM Cap, inauguró el Año de la Fe convocado por el Papa el pasado jueves 11 de octubre, en coincidencia con la celebración que el Papa presidió en la plaza de San Pedro, Roma. Tras la Eucaristía, acompañó el traslado de la Cruz de los Milagros, un madero representativo de la piedad popular, que regresó a su santuario de origen. También acompañó la procesión la imagen de Nuestra Señora de Itatí.

El prelado comenzó su homilía resumiendo a grandes rasgos los alcances del Año de la Fe y el cariz con el que se asumirá en el territorio arquidiocesano. "Nos adherimos de corazón a este providencial llamado que nos hace el Papa, levantando nuestra mirada hacia la Cruz de los Milagros y a la Virgen de Itatí. Con ellos la fe cristiana ?entró? en Corrientes y se arraigó profundamente en su alma", relató el obispo.

"El Año de la Fe debe ayudarnos a conocer más el contenido de la fe para saber a qué nos adherimos y en quién confiamos cuando decimos ?yo creo? ?reflexionó el dignatario eclesial-. El catecismo señala dos palabras: saber y confiar".

El prelado recuperó el acto de fe del patriarca Abraham, a quien le adjudicó su fe "porque creyó en la palabra de Dios y ésta la resultó confiable". "Uno necesita saber para creer", resumió monseñor Stanovnik para dar a entender la necesidad de profundizar el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica.

Asimismo, informó que la Comisión arquidiocesana para el Año de la Fe elaboró un programa para ayudar a profundizar la virtud teologal en tres aspectos fundamentales: la formación, la celebración y la misión.

Dicha comisión entregará una serie de documentos pastorales (conocidos como "subsidios") para facilitar la oración, el estudio y el intercambio, en vista de comprender mejor las verdades de nuestra fe, vivirlas con mayor entusiasmo y compartirlas con alegría y convicción en todos los ambientes.

Anticipando la peregrinación que había de suceder, rescató que la Cruz de los Milagros "fue siempre señal de armonía y punto de referencia para la pacificación de los ánimos, aún en los momentos más agitados de nuestra historia".

"Recuperemos el profundo significado que tiene persignarse, o trazar la cruz sobre otra persona: sobre la frente del esposo, de la esposa, de los hijos, de los amigos. La cruz es el signo más puro y más bello del amor auténtico", recordó el prelado.

Hacia el final de su alocución, el arzobispo encomendó a la Virgen de Itatí la feligresía. "Que nos enseñe a profesar la fe que recibimos, a celebrar la fe que aprendimos y a vivir la fe que celebramos", imploró monseñor Stanovnik.

Finalizada la misa, la feligresía acompañó la marcha hacia la iglesia de la Cruz, donde reinstalaron el madero de los Milagros tras dos años de ausencia, debido a las deficiencias edilicias del templo, que ?según rescató la prensa local- ahora luce espléndido, con sus restaurados frescos y un diseño original. +

Texto completo de la homilía