Jueves 28 de marzo de 2024

La Santa Sede intervino a las monjas disidentes de Estados Unidos

  • 8 de mayo, 2012
  • Ciudad del Vaticano
La Congregación para la Doctrina de la Fe intervino a la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), que aglutina a la mayoría de las superioras religiosas de los Estados Unidos. La Santa Sede nombró a Mons. James Peter Sartain, arzobispo de Seattle, para contener la crisis doctrinal en LCWR y dirigir los esfuerzos para renovarla, revisando sus estatutos y sus vínculos con las organizaciones afiliadas. La Congregación para la Doctrina de la Fe, en 2008, inició una evaluación doctrinal de la LCWR, que llevó a cabo el obispo de Toledo, Ohio, Mons. Leonard Paul Blair, miembro de la Comisión Episcopal para la doctrina, del episcopado estadounidense. La evaluación registró que en las presentaciones de las asambleas anuales de la LCWR se difundían graves errores teológicos y doctrinales, que muestran una visión de la vida religiosa incompatible con la fe de la Iglesia.
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La Catholic News Agency informó, el 18 de abril pasado, que la Congregación para la Doctrina de la Fe hizo pública la intervención a la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), una organización que aglutina a la mayoría de las superioras religiosas de los Estados Unidos.

La Santa Sede nombró a monseñor James Peter Sartain, arzobispo de Seattle, para contener la crisis doctrinal en LCWR y dirigir los esfuerzos para renovarla, revisando sus estatutos, que serán presentados para su aprobación a la Santa Sede, y revisar sus vínculos con las organizaciones afiliadas.

La Congregación para la Doctrina de la Fe, en 2008, inició una evaluación doctrinal de la Leadership Conference of Women Religious, que llevó a cabo el obispo de Toledo, Ohio, monseñor Leonard Paul Blair, miembro de la Comisión Episcopal para la doctrina, de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos.

La evaluación doctrinal registra que en las presentaciones de las asambleas anuales de la LCWR se difundían graves errores teológicos y doctrinales, que muestran una visión de la vida religiosa incompatible con la fe de la Iglesia. Según la evaluación, algunas religiosas intentaron justificar la disidencia de la doctrina de la Iglesia y mostraron "poco respeto al Magisterio".

El documento vaticano hace referencia, por ejemplo, a conclusiones de dichas asambleas en las que se insta a las religiosas a "ir más allá de la Iglesia", e incluso más allá de Jesús, posiciones que constituyen "un rechazo de la fe" y son "fuente grave de escándalo".

Además, la Santa Sede muestra su preocupación por "ciertos temas feministas radicales que son incompatibles con la fe católica", frecuentes en algunos programas y presentaciones patrocinados por la LCWR, y por el riesgo de distorsión de la enseñanza de la Iglesia sobre la divinidad de Cristo, la Santísima Trinidad, la Eucaristía y la inspiración de la Sagrada Escritura.

En la evaluación doctrinal advierte también que relevantes miembros de la Leadership Conference of Women Religious disienten de la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad humana, y han manifestado su protesta sobre la doctrina católica acerca de la ordenación de mujeres y sobre la exclusión del ministerio sagrado de las personas homosexuales.

Por otra parte, se observa que, si bien estas religiosas son grandes defensoras de temas de justicia social, se han mantenido en silencio sobre el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, que para los católicos debe ocupar un lugar de privilegio en el debate público en los Estados Unidos.

Monseñor James Peter Sartain informará regularmente a la Santa Sede y será secundado por monseñor Blair y por monseñor Thomas J. Paprocki, obispo de Springfield, y por un grupo asesor de sacerdotes, religiosas y otros expertos.

La noticia no sólo tiene importancia por lo que respecta a la situación en los Estados Unidos, sino que también se debe tener en cuenta la gran influencia que tiene la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) en la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), que en el año 2007 decidió, entre otras cosas, "repensar nuestros votos desde el punto de vista ecológico" y apoyar la Carta de la Tierra e incluir la llamada "espiritualidad de la tierra" en la formación inicial y permanente de las vocaciones religiosas.+ (Juan Claudio Sanahuja)