La Pastoral Social ante los incidentes violentos en Río Gallegos

Frente a los hechos de violencia que sucedieron el viernes 10 de mayo en la ciudad de Río Gallegos, el Equipo Diocesano de Pastoral Social de la diócesis de Río Gallegos insistió en proponer "la necesidad de un diálogo amplio y abarcativo, que permita empatizar las diferencias, por profundas que éstas sean". "Sería muy bueno buscar un ?terreno común?: nuestra historia, apelando a la memoria e intentando entre todos reconstruir las bases de la convivencia antes de destruirnos en el camino", subrayó en un comunicado. "La Iglesia proclama, con la convicción de su fe en Cristo y con la conciencia de su misión, "que la violencia es un mal, que la violencia es inaceptable como solución de los problemas, que la violencia es indigna del hombre", agregó. Los incidentes se produjeron el viernes, cuando se enfrentaron policías y trabajadores estatales, dejando un saldo de al menos diez heridos.

Frente a los hechos de violencia que sucedieron el viernes 10 de mayo en la ciudad de Río Gallegos, el Equipo Diocesano de Pastoral Social de la diócesis de Río Gallegos insistió en proponer "la necesidad de un diálogo amplio y abarcativo, que permita empatizar las diferencias, por profundas que éstas sean".

"Sería muy bueno buscar un ?terreno común?: nuestra historia, apelando a la memoria e intentando entre todos reconstruir las bases de la convivencia antes de destruirnos en el camino", subrayó en un comunicado.

"La Iglesia proclama, con la convicción de su fe en Cristo y con la conciencia de su misión, "que la violencia es un mal, que la violencia es inaceptable como solución de los problemas, que la violencia es indigna del hombre", agregó.

Los incidentes se produjeron el viernes, cuando se enfrentaron policías y trabajadores estatales, dejando un saldo de al menos diez heridos.

Texto del comunicado
Frente a los hechos de violencia que sucedieron el día viernes 10 de mayo en la ciudad de Río Gallegos, el Equipo Diocesano de Pastoral Social vuelve a proponer la necesidad de un diálogo amplio y abarcativo, que permita empatizar las diferencias, por profundas que éstas sean. Sería muy bueno buscar un "terreno común": nuestra historia, apelando a la memoria e intentando entre todos reconstruir las bases de la convivencia antes de destruirnos en el camino.

La Iglesia proclama, con la convicción de su fe en Cristo y con la conciencia de su misión, "que la violencia es un mal, que la violencia es inaceptable como solución de los problemas, que la violencia es indigna del hombre. La violencia es una mentira - como dijo Juan Pablo II- porque va contra la verdad de nuestra fe, la verdad de nuestras tradiciones, la verdad de nuestra humanidad. La violencia destruye lo que pretende defender: destruye la dignidad, destruye la vida, destruye la libertad del ser humano." (Compendio sobre Doctrina Social de la Iglesia N º 496)

Pedimos al Señor Jesús Resucitado que derrame su gracia sobre todos nosotros para comprender que la paz sólo se logra cuando cada uno reconoce la propia responsabilidad para promoverla.+