La fe y el folclore, unidos en la bendición de los frutos en Mendoza
- 26 de febrero, 2013
- Mendoza (AICA)
Unas 8.000 personas participaron anoche en Mendoza en el tradicional acto de la Bendición de los Frutos, ante la imagen de la Virgen de la Carrodilla, "patrona celestial de los viñedos". La ceremonia con la que se da comienzo cada año a la Fiesta de la Vendimia, estuvo a cargo del flamante arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini, quien animó a los presentes a vivir "con mayor convicción y compromiso" la condición de hijos de Dios y hermanos de todos los hombres", y puntualizó sobre "la auténtica fraternidad", la recomposición de los vínculos familiares y sociales y la reconciliación de los distanciados.
la ceremonia estuvo a cargo del flamante arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini, acompañado por el arzobispo emérito, monseñor José María Arancibia, con la asistencia del gobernador provincial, Francisco Pérez, y las reinas vendimiales, que a su momento presentaron sus saludos a María.
En el comienzo, la Reina Nacional de la Vendimia, Wanda Kaliciñsky, interpretó en el violonchelo el Ave María, acompañada de la soprano Griselda López Zalba y la Orquesta Filarmónica de Mendoza y el Coro de Niños, que también interpretó la tradicional canción de la Virgen de la Carrodilla, mientras la imagen ingresaba al escenario acompañada por miembros de asociaciones tradicionalistas de la provincia.
Luego de leer el relato evangélico que narra las bodas de Caná, monseñor Franzini reconoció que la presencia de Jesús y María es permanente tanto en el pasaje leído como en la vida del pueblo cristiano. Asimismo, recordó que en el camino de los mendocinos, como así también en Caná, está la Virgen María.
El prelado trajo a la memoria que "desde el principio la Virgen ha sido refugio, consuelo y estímulo para avanzar en el camino de la vida, para afrontar las dificultades y contratiempos y para ayudar a ser más hijos y hermanos", y en este sentido, indicó que la Virgen siempre mantuvo el mismo mensaje: "Hagan lo que Él les diga".
"También hoy, mis queridos hermanos, Jesús y María quieren seguir acompañando el caminar del pueblo mendocino ?les dijo-. Esta presencia cercana de Jesús y de María explica el sentido de esta bendición. Por ella queremos reconocer y honrar su compañía; queremos acogernos a su cuidado y protección y les ofrecemos el propósito sincero de ser coherentes con la fe que profesamos".
Monseñor Franzini aseguró que también hoy resuena la invitación de la Madre ?"Hagan todo lo que Él les diga"-, y en ese sentido, animó a los presentes a vivir "con mayor convicción y compromiso" la condición de Hijos de Dios y hermanos de todos los hombres". Y puntualizó sobre "la auténtica fraternidad", la recomposición de los vínculos famliares y sociales y la reconciliación de los distanciados.
"Los viñedos son el signo de la vida, del ingenio y del empeño de los mendocinos. Ellos expresan mucho de lo que somos y de lo que estamos llamados a ser. Por eso con esta bendición le pedimos al Señor que bendiga el trabajo y el esfuerzo de los viñadores, porque en ellos se expresa cabalmente la vida y la esperanza de todos nosotros. La Madre nos cuida y nos acompaña", concluyó.
El acto de este lunes por la noche fue el tercer encuentro multitudinario con la feligresía del flamante arzobispo Franzini que asumió la sede episcopal el pasado sábado 9 de febrero en una celebración que se desarrolló en el santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en la localidad de El Challao. Dos días más tarde, el lunes 11, encabezó los festejos del día de la Virgen de Lourdes, que cada año congrega a miles de peregrinos que ascienden la falda del cerro hasta llegar a los pies de la Protectora de los enfermos.
Bendición De Los Frutos
La Bendición de los Frutos es un acto artístico-religioso que se lleva a cabo en el Prado Gaucho, en el costado Este del Parque General San Martín, y más precisamente, sobre la Fuente de los Continentes.
Litúrgico en su forma y religioso en su esencia, es un agradecimiento a Dios por los frutos recibidos, con la participación de la Virgen de la Carrodilla, imagen que llegó en 1911 a tierra cuyana, trayendo en sus manos granos de uva y estrechamente ligada a la historia de la vendimia.
Por decreto n° 54 del gobierno provincial, el 9 de febrero de 1938 se la declaró "Patrona Celestial de los Viñedos", bajo el título de La Carrodilla. El origen de la bendición se estableció en Mendoza como una costumbre de los campesinos, que dedicaban su ofrenda frutal a alguna imagen cercana al finalizar el año de trabajo.+
Texto completo de la homilía
