Miércoles 24 de abril de 2024

La diócesis de San Francisco ya tiene su Plan Pastoral

  • 10 de marzo, 2016
  • San Francisco (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, presidió la jornada en la que presentó el Plan de Pastoral diocesano 2016-2020, y cuyo lema inspirador es "Vayan por todo el mundo, y anuncien el Evangelio a toda la creación". El prelado consideró necesario encarar la misión en sus tres dimensiones: anuncio, celebración y testimonio. Exhortó a un mayor compromiso con las personas más alejadas y deseosas de recibir la esperanza de Cristo, y a sentirse interpelados por la pobreza, el abandono y las personas que padecen alguna adicción, como también por las familias heridas y ser responsables de la vida ciudadana.
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El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, presidió la jornada en la que presentó el Plan de Pastoral diocesano 2016-2020, y cuyo lema inspirador es "Vayan por todo el mundo, y anuncien el Evangelio a toda la creación".

"No es un Plan nuevo, sino una actualización del proyecto evangelizador que ha ido madurando en nuestra diócesis a lo largo de estos años, bajo la guía del Espíritu y con el aporte de pastores, laicos y consagrados", destacó y agregó: es fruto inmediato de la Asamblea diocesana del pasado 12 de octubre de 2015, en la que pudimos reconocer la siembra de Dios en el campo de nuestra diócesis".

El prelado explicó luego qué es un Plan de Pastoral, cuál es su finalidad y para qué sirve, puntualizó que ofrece orientaciones en tres niveles: personal, comunitario y diocesano.

"Para cada uno de ellos, propone el camino de una exigente conversión pastoral y misionera: cómo anunciar a todos el Evangelio de Jesús. Y hacerlo con pasión y entusiasmo, respetuosos de la libertad, la conciencia y el camino de cada persona, sin complejos ni falsos pudores, alegres de vivir el tiempo que Dios nos da como ocasión para comunicar la fe", sostuvo.

Monseñor ofreció también algunas reflexiones para "aprovechar con fruto las orientaciones del Plan, animando una genuina conversión pastoral".

El obispo subrayó que "los distintos espacios de comunión que tenemos (los consejos diocesanos y parroquiales, por ejemplo) expresan esta corresponsabilidad en la misión común" e indicó que "estos son ámbitos privilegiados para recibir, aplicar, seguir y evaluar el Plan".

"El Plan de Pastoral ?advirtió- nos compromete a superar individualismos o personalismos, los ?sectarismos? que nunca faltan, mezquindades y competencias, etc. También el ?clericalismo?, un defecto a dos puntas: los clérigos quieren manejar todo y los laicos renuncian a su responsabilidad".

En este sentido, monseñor Buenanueva reconoció que está "pendiente una revisión a fondo de la iniciación cristiana en nuestra diócesis como el proceso integral, nunca acabado del todo, por el que un bautizado se convierte en discípulo de Jesús y miembro vivo de su Iglesia", pero aseguró que "la Junta de Catequesis ha dado algunos pasos en firme que hemos de continuar y profundizar entre todos".

El prelado llamó a vivir "la alegría del Evangelio: ¡somos testigos del amor más grande!" y recordó que "la única misión de la Iglesia tiene tres dimensiones esenciales: anuncio, celebración y testimonio. Cada bautizado ha de vivir estas tres dimensiones según su propia vocación y misión en la comunidad".

Asimismo, señaló que "hoy la Iglesia nos alienta a salir al encuentro de todos, haciendo como Jesús el buen samaritano, que se detiene, se hace cargo de los heridos y los acompaña con paciencia y misericordia en su camino de curación" y exhortó a alejarse de "todo signo de soberbia, de suficiencia y de altivez".

El prelado dijo que los tiempos "complejos, pero también fascinantes" de hoy, desafían al cristiano a "vivir nuestra fe de una manera que abrace toda nuestra existencia. Estamos llamados a una intensa experiencia espiritual" y puntualizó: "El cristiano de hoy está llamado a ser un místico: alguien que ?no toca de oídas?, sino que, en la fe, gusta permanentemente de Jesús y de su Espíritu. Solo quien vive en el Espíritu de Jesús podrá ser su testigo en el mundo".

Y sostuvo que "cada comunidad cristiana tendrá que preguntarse entonces qué situaciones, qué personas, qué espacios están más alejados y deseosos de recibir la esperanza de Cristo. Nos interpelan, de manera particular, las familias heridas, las personas que sufren soledad, pobreza o abandono, los que viven alguna forma de adicción".

"Nos interpelan también las situaciones de violencia dentro de las familias que sufren, sobre todo, las mujeres, los ancianos y los niños. Son situaciones que llegan a nosotros, por ejemplo, en la catequesis, nuestros colegios u otras formas de contacto con las personas de nuestras comunidades", agregó.

Monseñor Buenanueva afirmó que "los discípulos de Jesús somos también parte de una sociedad (pueblo, provincia, nación) que tiene una cultura con ricos valores, un dinamismo propio, proyectos e ilusiones compartidas, pero también conflictos, discordias y debilidades que todos sufrimos", por lo que "el Plan de Pastoral nos invita a descubrirnos también responsables de nuestra vida ciudadana, de luchar por el bien común, de sumarnos a la tarea nunca acabada de edificar el mejor orden justo posible, de crecer en amistad social, reconciliación y convivencia".

"El Plan de Pastoral diocesano que pongo en sus manos con gran esperanza es expresión de nuestra confianza en esa Presencia del Señor resucitado que nos asiste y nos confirma con el sello de su Espíritu. Gracias a todos por haber sumado su granito de arena en la preparación de este proyecto evangelizador que abre para nuestra querida diócesis una etapa nueva en su camino pastoral. Seamos, pues, una Iglesia que camina, que canta y anuncia el Evangelio del Señor", concluyó.+

Texto completo del Plan Pastoral