Viernes 29 de marzo de 2024

Francisco: "Mantener nuestra pequeñez ante la grandeza del Señor

  • 21 de enero, 2014
  • Ciudad del Vaticano
"Protegemos nuestra pequeñez para dialogar con la grandeza del Señor" dijo el papa Francisco, esta mañana, en la homilía de la misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta. Francisco enfatizó que el Señor tiene una relación personal con nosotros, no es un diálogo con la masa, y recordó que el Señor elige siempre a los pequeños, a quienes tienen menos poder, porque mira nuestra humildad.
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"Protegemos nuestra pequeñez para dialogar con la grandeza del Señor" dijo el papa Francisco, esta mañana, en la homilía de la misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta. Francisco enfatizó que el Señor tiene una relación personal con nosotros, no es un diálogo con la masa, y recordó que el Señor elige siempre a los pequeños, a quienes tienen menos poder, porque mira nuestra humildad.

Francisco centró su homilía en la idea de "el Señor y los pequeños" afirmando que "la relación del Señor con su pueblo es una relación personal" es "siempre de tú a tú".

Por ello explicó que "en un pueblo, cada uno tiene su sitio. Pero el Señor habla a la gente así, nunca a la masa. Siempre habla personalmente, con los nombres. Y elige personalmente. El pasaje de la creación es una figura que hace ver esto: es el mismo Señor que con sus manos artesanalmente hace al hombre y le da nombre: ´tú te llamas Adán´. Y así comienza esa relación entre Dios y la persona.

Además, añadió el Pontífice, hay otra cosa, hay una relación entre Dios y nosotros pequeños: Dios, el grande y nosotros pequeños. Dios, cuando debe elegir a las personas, también a su pueblo, siempre elige a los pequeños". Dios elige a su pueblo porque es "el más pequeño", tiene "menos poder" que los otros pueblos. Hay un "diálogo entre Dios y la pequeñez humana". También la Virgen María dijo: "El Señor ha mirado la humillación de su sierva". El Señor "elige a los pequeños".

El Papa se detuvo en la Primera Lectura de hoy para reflexionar sobre esta actitud del Señor, que "se ve claramente" y explicó que el profeta Samuel está delante del más grande de los hijos de Jesé y pensó que era "su consagrado, porque era un hombre alto, grande". Pero el Señor le dice que "no mire su aspecto ni su estatura" y añade: "yo lo descarté, porque no cuenta lo que ve el hombre". De hecho, prosiguió el Pontífice: "el hombre ve la apariencia, pero el Señor ve el corazón.

El Señor elige según sus criterios". Y elige a "los débiles y los humildes, para confundir a los poderosos de la tierra". Así como "el Señor elige a David, el más pequeño" que "no contaba para su padre", el que no estaba en casa porque cuidaba a las ovejas, recordó Francisco. Y David fue elegido.

El Santo Padre afirmó que "todos nosotros con el bautismo somos elegidos por el Señor. Todos somos elegidos. Nos eligió uno a uno. Nos dio un nombre y nos mira. Hay un diálogo, porque así ama el Señor. También David después se convirtió en rey y se equivocó. Quizá hizo muchos, pero la Biblia cuenta dos errores grandes, dos errores de esos importantes. ¿Qué hizo David?, preguntó el Papa: Se humilló. Volvió a su pequeñez y dijo: ´Soy un pecador´. Y pidió perdón e hizo penitencia".

Y continúa el Santo Padre señalando que después llega el segundo pecado, David dijo al Señor: "Castígame, no al pueblo. El pueblo no tiene la culpa, yo soy culpable". David, reflexionó el Papa, "guardó su pequeñez, con arrepentimiento, con oración, con llanto". Prosigue el Santo Padre: "pensando en estas cosas, en este diálogo entre el Señor y nuestra pequeñez me pregunto dónde está la fidelidad cristiana".

"La fidelidad cristiana, concluyó el Pontífice su homilía, nuestra fidelidad, es simplemente mantener nuestra pequeñez, para poder dialogar con el Señor. Mantener nuestra pequeñez. Por esto la humildad, la mansedumbre son tan importantes en la vida del cristiano, porque guarda la pequeñez, a la que le gusta mirar al Señor. Y será siempre el diálogo entre nuestra pequeñez y la grandeza del Señor. Nos dé el Señor, por intercesión de san David -también por intercesión de la Virgen que cantaba gozosa al Dios, porque había mirado su humildad- nos dé el Señor la gracia de mantener nuestra pequeñez delante de Él".+