Jueves 28 de marzo de 2024

Francisco: Dos años de una "revolución espiritual"

  • 13 de marzo, 2015
  • Buenos Aires (AICA)
Francisco, el Papa del fin del mundo, desató en apenas dos años una "revolución espiritual" que hizo que más gente confesara públicamente su fe católica y subrayó con acciones y gestos su idea de "una Iglesia pobre y para los pobres". Jorge Bergoglio marcó su estilo desde el primer minuto de aquel 13 de marzo de 2013 al presentarse como Obispo de Roma desde el balcón del Vaticano con un simple "buenas noches" e interactuar con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, con quienes realizó una plegaria y pidió que rezaran por él. Austeridad, tolerancia, cercanía, pero sobre todo misericordia para comprender antes que juzgar, fue el camino de renovación propuesto por el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia.
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Francisco, el Papa del fin del mundo, desató en apenas dos años una "revolución espiritual" que hizo que más gente confesara públicamente su fe católica y subrayó con acciones y gestos su idea de "una Iglesia pobre y para los pobres".

Jorge Bergoglio marcó su estilo desde el primer minuto de aquel 13 de marzo de 2013 al presentarse como Obispo de Roma desde la logia del balcón del Vaticano con un simple "buenas noches" e interactuar con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, con quienes realizó una plegaria y pidió que rezaran por él.

"La Iglesia necesita con mayor urgencia una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas", diagnosticó en una entrevista a la revista jesuita La Civiltá Cattolica.

Austeridad, tolerancia, cercanía, pero sobre todo misericordia para comprender antes que juzgar, fue el camino de renovación propuesto por el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia eclesiástica.

El plan revolucionario que lleva adelante Francisco se fundamenta en el servicio y tiene su basamento en dos lecturas evangélicas: Las Bienaventuranzas y Mateo 25.

Francisco subrayó en estos 24 meses esa necesidad de comprensión hacia el otro y su preocupación por los marginados al visitar la isla italiana de Lampedusa, donde condenó la "globalización de la indiferencia" ante el drama de los inmigrantes que suelen llegar a bordo de pateras desde Africa.

El Papa también priorizó en este período el diálogo ecuménico e interreligioso. En ese sentido, queda como una imagen imborrable en la retina su abrazo con el rabino Abraham Skorka y el referente islámico Omar Abboud en el Muro de los Lamentos. "Lo logramos", exclamó el pontífice en aquel momento histórico con sus amigos argentinos.

Tras encarar la reforma de las estructuras financieras de la Santa Sede, sobre todo del Instituto para las Obras de Religión (IOR), ahora intentará cerrar en 2015 con la reestructuración de la Curia Romana en la que trabaja con el grupo de cardenales asesores conocido como C9. También cerrará otra etapa del debate interno sobre la atención pastoral de las nuevas realidades familiares con el Sínodo Ordinario de los Obispos, previsto para octubre.

La persecución de los cristianos y otros minorías religiosas es otro de los puntos de preocupación del Papa, por eso ha condenado el avance terrorista de los yihadistas del Estado Islámico, sobre todo en Siria e Irak, y advirtió que ninguna religión puede "escudarse en Dios para realizar actos de terrorismo"

En estos dos años, Francisco demostró también capacidad de líder global y su intención de trabajar por la paz mundial.

Uno de sus logros ha sido tender puentes de diálogo entre los Estados Unidos y Cuba para que puedan restablecer relaciones diplomáticas tras más de 50 años de tensiones. No tan efectivos, aunque importantes, fueron los pasos dados por Francisco para derribar los "muros de la enemistad" entre Palestina e Israel en la Franja de Gaza. En tanto, el conflicto ruso-ucranio, la unidad de las dos Coreas y la relación del Vaticano con China, permanecen en el debe diplomático de su pontificado.

En este período, el pontífice argentino también dejó innumerables definiciones, escribió una encíclica a "cuatro manos" con su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI, y publicó su primera exhortación apostólica "Evangelii gaudium". Mientras prepara su primera encíclica propia sobre el medioambiente y el cuidado de la creación.

La cercanía fue otro punto alto del segundo año de pontificado de Bergoglio, en el que tampoco se olvidó de su tierra natal. Llamó por teléfono y escribió cartas a amigos en la Argentina, a desconocidos y también a quienes lo consideraban "un enemigo".+