Martes 23 de abril de 2024

Francisco: "Contemplar a María es sentir la fuerte invitación a imitar su fe"

  • 12 de diciembre, 2016
  • Ciudad del Vaticano
En el marco de las celebraciones en honor de Nuestra Señora de Guadalupe, emperatriz de América y Patrona de México, el papa Francisco presidió una misa en la basílica de San Pedro, en la que llamó a los fieles a "aprender de esa fe recia y servicial que ha caracterizado y caracteriza a nuestra Madre" y señaló que su presencia nos da fuerza "para generar lazos en nuestra bendita tierra latinoamericana".
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El Papa Francisco presidió hoy una misa en la basílica de San Pedro, en honor de la emperatriz de América y Patrona de México, Nuestra Señora de Guadalupe.

En su homilía, el Papa reflexionó sobre la visita de María a su prima Isabel: "Dios nos visita en las entrañas de una mujer, movilizando las entrañas de otra mujer con un canto de bendición y alabanza, con un canto de alegría", y comparó la escena evangélica con la visita de Dios a nosotros: "Cuando Dios sale a nuestro encuentro moviliza nuestras entrañas, pone en movimiento lo que somos hasta transformar toda nuestra vida en alabanza y bendición", afirmó.

María, como primera discípula y misionera, lejos de permanecer en un lugar reservado, sale a visitar y acompaña con su presencia la gestación de Juan. Del mismo modo, señala Francisco, en 1531 "corrió al Tepeyac para servir y acompañar a ese pueblo que estaba gestándose con dolor", y se convirtió así en su Madre y la de todos nuestros pueblos.

"Con Isabel también nosotros hoy en su día queremos ungirla y saludarla diciendo: «Feliz de ti María porque has creído» y sigues creyendo «que se cumplirá todo lo que te fue anunciado de parte del Señor»", manifestó el sumo pontífice, y agregó que "María es así como el icono del discípulo, de la mujer creyente y orante que sabe acompañar y alentar nuestra fe y nuestra esperanza en las distintas etapas que nos toca atravesar".

El obispo de Roma advirtió también que tendremos que aprender de esa fe "que sabe meterse dentro de la historia para ser sal y luz en nuestras vidas y en la sociedad".

"Qué difícil es presumir de la sociedad del bienestar cuando vemos que nuestro querido continente americano se ha acostumbrado a ver a miles y miles de niños y jóvenes en situación de calle que mendigan y duermen en las estaciones de trenes, del subte o donde encuentren lugar", lamentó el Papa, haciendo hincapié en quienes "sienten que en el «tren de la vida» no hay lugar para ellos" y en las familias que van quedando marcadas por el dolor "al ver a sus hijos víctimas de los mercaderes de la muerte".

Francisco se pronunció también respecto a la exclusión de los ancianos, obligados a vivir en la soledad, y a la situación precaria que afecta la dignidad de muchas mujeres, "sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa".

"Frente a todas estas situaciones, así y todo, tenemos que decir con Isabel: «Feliz de ti por haber creído», y aprender de esa fe recia y servicial que ha caracterizado y caracteriza a nuestra Madre".
Donde está la madre, añadió, hay siempre presencia y sabor a hogar. "Donde está la madre, los hermanos se podrán pelear pero siempre triunfará el sentido de unidad. Donde está la madre, no faltará la lucha a favor de la fraternidad".

El pontífice comparó la figura de María, "luchadora frente a la sociedad de la desconfianza y de la ceguera, frente a la sociedad de la desidia y la dispersión", con las madres luchadoras de América Latina que logran "sacar adelante a sus hijos", a menudo ellas solas.

"Mirar la Guadalupana es recordar que la visita del Señor pasa siempre por medio de aquellos que logran «hacer carne» su Palabra, que buscan encarnar la vida de Dios en sus entrañas, volviéndose signos vivos de su misericordia", agregó el Papa.

Francisco aseguró que "celebrar la memoria de María es celebrar que nosotros, al igual que ella, estamos invitados a salir e ir al encuentro de los demás", y contemplarla es "sentir la fuerte invitación a imitar su fe". Señaló que su presencia nos da fuerza "para generar lazos en nuestra bendita tierra latinoamericana", diciéndole sí a la vida y no a todo tipo de indiferencia, de exclusión, de descarte de pueblos o personas.

Por último, llamó a los fieles a no tener miedo de mirar con la mirada de María, una mirada que "nos hace hermanos", y recordó que, al igual que Juan Diego, "sabemos que aquí está nuestra madre, sabemos que estamos bajo su sombra y su resguardo, que es la fuente de nuestra alegría, que estamos en el cruce de sus brazos".+