Martes 16 de abril de 2024

Francisco animó a los jóvenes a la "aventura" de la misericordia

  • 28 de julio, 2016
  • Cracovia (Polonia)
"Queridos jóvenes finalmente nos encontramos", expresó el papa Francisco a los miles de jóvenes exultantes y emocionados que colmaban el parque Blonia, en Cracovia, en el acto de bienvenida al papa Francisco a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Previamente el pontífice recorrió la llamada "calle franciscana" de Cracovia en tranvía, acompañado de jóvenes discapacitados para llegar al parque Blonia. "Queridos jóvenes, en estos días Polonia se viste de fiesta; en estos días Polonia quiere ser el rostro siempre joven de la Misericordia", les dijo Francisco.
Doná a AICA.org
"Queridos jóvenes finalmente nos encontramos", expresó el papa Francisco a los miles de jóvenes exultantes y emocionados que colmaban el parque Blonia, en Cracovia, en el acto de bienvenida al papa Francisco a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Previamente el pontífice recorrió la llamada "calle franciscana" de Cracovia en tranvía, conocido como "Krakowiak", acompañado de jóvenes discapacitados para llegar al parque Blonia.

El parque desbordó de algarabía cuando llegó el pontífice, entre gritos y cantos los jóvenes vivaban al sucesor de Pedro y la primera canción que le dedicaron al papa argentino fue una llamada "tango francés"

Después de escuchar el himno de la JMJ, que lleva por estribillo el lema de la Jornada "Bienaventurados los misericordiosos", el arzobispo de Cracovia, cardenal Stanislaw Dziwisz dio la bienvenida al Santo Padre: "Desde hace dos días una gran fiesta de la fe se está celebrando en nuestra ciudad -dijo el arzobispo- "una ciudad vinculada de forma especial al iniciador de la Jornada de la Juventud, San Juan Pablo II, y, a la vez, una ciudad que, debido a Santa Sor Faustina, denominamos la capital espiritual de la Divina Misericordia", expresó el cardenal Dziwisz.

"Hoy, subrayó el purpurado, damos la bienvenida al Pedro de nuestros tiempos. Según el concepto de Juan Pablo II, la presencia del obispo de Roma constituye un elemento significativo de esta gran iniciativa pastoral increíblemente acertada, hecha a medida de la Iglesia del tercer milenio de la fe cristiana".

"Somos numerosos, muy numerosos: los jóvenes y los menos jóvenes. Todos somos jóvenes en espíritu, puesto que el Evangelio que vivimos es siempre joven, siempre actual y llega a las mentes y los corazones de cada generación".

"Santo Padre, tú eres el que nos reunió en nombre de Jesucristo. Creemos que únicamente Él tiene las palabras de la vida eterna. Creemos que únicamente Él puede responder a nuestros deseos y anhelos más profundos. No es fácil el mundo en el que vivimos, agitado por conflictos y violencia. Queremos ser gente de paz. Queremos ser testigos de la misericordia de Dios. Queremos ser misericordiosos como el Padre. Queremos construir junto a Jesús un mundo más humano y más solidario".

"Santo Padre, concluyó el cardenal Dziwisz, confírmanos en la fe y esperanza. Reaviva el fuego de nuestro amor".

Seguidamente algunos jóvenes le dieron la bienvenida y le entregaron al pontífice "el kit" del peregrino: la mochila que se le entrega a los jóvenes que participan de la JMJ. Y a continuación un grupo de jóvenes polacos le ofrecieron un baile típico.

Los jóvenes de todos los continentes fueron desfilando ante el Santo Padre con sus santos patronos y notas características para homenajear al pontífice y darle la bienvenida.

La misericordia tiene rostro joven
"Finalmente nos encontramos. Gracias por esta calurosa bienvenida", dijo el papa Francisco al comienzo de sus palabras. "Gracias a los que hicieron posible que hoy estemos aquí, que se la «jugaron» para que pudiéramos celebrar la fe.

Francisco dijo que quería agradecer "especialmente a san Juan Pablo II, que soñó e impulsó estos encuentros. Desde el cielo nos está acompañando viendo a tantos jóvenes pertenecientes a pueblos, culturas, lenguas tan diferentes con un solo motivo: celebrar que Jesús está vivo en medio nuestro".

El pontífice invitó a los jóvenes a "renovar nuestras ganas de seguirlo, nuestras ganas de vivir con pasión su seguimiento. ¡Qué mejor oportunidad para renovar la amistad con Jesús que afianzando la amistad entre ustedes! ¡Qué mejor manera de afianzar nuestra amistad con Jesús que compartirla con los demás! ¡Qué mejor manera de vivir la alegría del Evangelio que queriendo «contagiar» su Buena Noticia en tantas situaciones dolorosas y difíciles!"

"Polonia se viste de fiesta; en estos días Polonia quiere ser el rostro siempre joven de la Misericordia", subrayó Francisco y también invitó a unirse a esta fiesta de fe "a tantos jóvenes que hoy no pueden estar aquí, pero que nos acompañan a través de los diversos medios de comunicación".

"No hay nada más hermoso que contemplar las ganas, la entrega, la pasión y la energía con que muchos jóvenes viven la vida", señaló el Santo Padre más adelante y señaló que "es estimulante escucharlos, compartir sus sueños, sus interrogantes y sus ganas de rebelarse contra todos aquellos que dicen que las cosas no pueden cambiar. Es un regalo del cielo poder verlos a muchos de ustedes que, con sus cuestionamientos, buscan hacer que las cosas sean diferentes. Es lindo, y me conforta el corazón, verlos tan revoltosos. La Iglesia hoy los mira y quiere aprender de ustedes, para renovar su confianza en que la Misericordia del Padre tiene rostro siempre joven y no deja de invitarnos a ser parte de su Reino".

"La misericordia siempre tiene rostro joven", subrayó el Papa y añadió: "Decir misericordia junto a ustedes, es decir oportunidad, decir mañana, compromiso, confianza, apertura, hospitalidad, compasión, sueños".

De la misma manera que Francisco confesó que le emociona la pasión de los jóvenes también dijo: "Me genera dolor encontrar a jóvenes que parecen haberse «jubilado» antes de tiempo. Me preocupa ver a jóvenes que «tiraron la toalla» antes de empezar el partido. Que están «entregados» sin haber comenzado a jugar. Que caminan con rostros tristes, como si su vida no valiera".

"Por eso, añadió Francisco, queridos amigos, nos hemos reunidos para ayudarnos unos a otros porque no queremos dejarnos robar lo mejor de nosotros mismos, no queremos permitir que nos roben las energías, la alegría, los sueños, con falsas ilusiones".

Y el único que "sabe darle verdadera pasión a la vida", es Jesucristo subrayó el Papa, "es Jesucristo quien nos cuestiona, nos invita y nos ayuda a levantarnos cada vez que nos damos por vencidos. Es Jesucristo quien nos impulsa a levantar la mirada y a soñar alto".

El Papa terminó sus palabras haciendo una invitación fervorosa a los jóvenes a "tener una vida plena" y les recordó que esa vida plena "empieza por dejarte conmover". "Porque la felicidad germina y aflora en la misericordia: esa es su respuesta, esa es su invitación, su desafío, su aventura: la misericordia".

"La misericordia tiene siempre rostro joven" repitió Francisco y pidió que juntos "pidamos al Señor: Lánzanos a la aventura de la misericordia. Lánzanos a la aventura de construir puentes y derribar muros (cercos y alambres), lánzanos a la aventura de socorrer al pobre, al que se siente solo y abandonado, al que ya no le encuentra sentido a su vida. Impúlsanos a la escucha, como María de Betania, de quienes no comprendemos, de los que vienen de otras culturas, otros pueblos, incluso de aquellos a los que tememos porque creemos que pueden hacernos daño. Aquí estamos, Señor. Envíanos a compartir tu Amor Misericordioso".

"Queremos recibirte en esta Jornada Mundial de la Juventud, concluyó Francisco, queremos confirmar que la vida es plena cuando se la vive desde la misericordia, que esa es la mejor parte, y que nunca nos será quitada".+

Texto completo de las palabras del Papa a los jóvenes