Fiestas patronales y peregrinación a la basílica del Sagrado Corazón de Barracas

"Jesús, enséñanos a ser instrumentos de tu misericordia" fue el lema de la 55ª Peregrinación anual a pie al Sagrado Corazón de Jesús, del barrio porteño de Barracas, que salió el sábado 4 de junio, a las 15, desde el atrio de la catedral metropolitana y llegó a las 19 a la basílica del Sagrado Corazón (avenida Vélez Sarsfield 1351, Buenos Aires), donde se celebró la misa presidida por Mons. Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar y provicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires.

"Jesús, enséñanos a ser instrumentos de tu misericordia" fue el lema de la 55ª Peregrinación anual a pie al Sagrado Corazón de Jesús, del barrio porteño de Barracas, que salió el sábado 4 de junio desde el atrio de la catedral metropolitana en dirección a la basílica del Sagrado Corazón de Barracas.

A las 14.30, en el interior de la catedral, se rezó el rosario y el asesor espiritual de la Sociedad de Peregrinos a Pie a Luján, que organiza la marcha, impartió la bendición a los romeros.

A las 15 los peregrinos iniciaron la marcha que efectuaron por las calles Bolívar, Martín García, Almirante Brown, Brandsen y Martín Rodríguez.

Durante la manifestación pública de fe, que duró cuatro horas, un importante número de fieles que pese a la inclemencia del tiempo se encolumnó tras la imagen del Sagrado Corazón, oró por "las familias de la comunidad, para que nunca falte solidaridad, paz, salud, pan y trabajo". También rezaron por las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales.

La peregrinación fue organizada y dirigida por la Sociedad de Peregrinos a Pie al Santuario de Luján, que tienen precisamente su sede en la basílica del Sagrado Corazón. Además la marcha contó durante todo su trayecto con el acompañamiento del padre Sebastián García y su hermano, el padre Guido García, ambos de la congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús de Betharrám.

A las 16.45 llegaron a la parroquia San Juan Evangelista (Olavarría 486, La Boca), y luego siguieron por Olavarría, Almirante Brown, Brandsen, Bomberos de La Boca, Colegio María Auxiliadora, iglesia Santa Felicitas, Montes de Oca, Iriarte, parroquia San Antonio María Zaccaría y Parque Pereyra.

La llegada a la basílica ocurrió a las 18.55 y minutos después, en una basílica colmada de fieles, se oyeron los acordes del Himno Nacional Argentino interpretado por la banda de la Policía Federal Argentina y coreado por la multitud.

Seguidamente el obispo auxiliar y provicario general del arzobispado de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, presidió la solemne misa del Sagrado Corazón, que fue concelebrada por el párroco de la basílica, padre Sebastián García, betharramita.

Durante la homilía monseñor Eguía se refirió al amor del Corazón de Jesús, desbordante de misericordia sobre todo en este año jubilar de la Misericordia

Antes de concluir la misa, se dio lectura a una extensa nota del nuncio apostólico monseñor Emil Paul Tscherrig con la bendición papal y otra conceptuosa nota del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli.

Seguidamente el padre Sebastián García agradeció a las instituciones parroquiales por su esfuerzo en la organización de las fiestas patronales y también a los presentes, especialmente a los que habían participado de la peregrinación por su notable resistencia al frío y a la llovizna pertinaz que acompañó la marcha, que no hicieron mella en su devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Al término de la celebración eucarística, en el atrio de la basílica se repartieron estampas que tienen adherido un pequeño trozo del manto rojo que lleva la imagen del Sagrado Corazón y que se le cambia todos los años. El padre García advirtió que no significa un signo mágico sino que es para que lleven un recuerdo de esta gozosa fiesta del corazón de Jesús.+