Viernes 19 de abril de 2024

Fiesta del Mailín: Mons. Polti exhortó a cargar la cruz y aceptar las adversidades

  • 23 de septiembre, 2013
  • Villa Mailín (Santiago del Estero)
Ante una multitud de peregrinos que participó este fin de semana de la Fiesta Chica del Señor de Mailín, en la localidad santiagueña del mismo nombre, el obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, destacó que "venimos a aprender, porque la Cruz es la gran escuela del amor y la sabiduría de Dios. En la Cruz, escribió Santo Tomás de Aquino, se nos dan ?ejemplos de todas las virtudes: amor, paciencia, humildad, obediencia, desapego a las cosas materiales?". El prelado pidió al Señor de Mailín que "nos dé un corazón semejante al tuyo y enséñanos a tener tus mismos sentimientos. Ayúdanos a amar a todos, sin excluir a nadie. Te pedimos la valentía de aceptar nuestra Cruz, que seamos capaces de asumirla y comprenderla".
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Ante una multitud de peregrinos que participó este fin de semana de la Fiesta Chica del Señor de Mailín, en la localidad santiagueña del mismo nombre, el obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, destacó que "venimos a aprender, porque la Cruz es la gran escuela del amor y la sabiduría de Dios. En la Cruz, escribió Santo Tomás de Aquino, se nos dan ?ejemplos de todas las virtudes: amor, paciencia, humildad, obediencia, desapego a las cosas materiales?".

"Al contemplar la Cruz de Nuestro Señor de Mailín podemos descubrir no sólo el amor de Dios por cada hombre y por cada mujer, sino también podemos encontrar la fidelidad de Jesucristo a nuestro pueblo santiagueño. El Señor Forastero, a pesar de nuestras infidelidades, permanece siempre fiel y a nuestro lado, sobre todo y especialmente, en las adversidades", subrayó.

El prelado precisó que la cruz que Jesucristo pide cargar "nos golpea, nos duele, nos hiere. Nos muestra la debilidad de nuestra condición humana, nos demuestra que no lo podemos todo, que no somos como dioses. La cruz nos deja desprovistos de tantas de nuestras seguridades, vanaglorias y grandezas y nos hace más humanos y más divinos si aprendemos su lección de humildad".

"Volvamos nuestra mirada a la cruz. El madero vertical de la cruz, elevándose hacia el cielo, nos recuerda que hemos sido redimidos a precio no de oro o de plata corruptibles, sino en la sangre preciosa de Jesucristo", precisó.

Monseñor Polti reconoció que "en la vida humana hay grandes cruces, no cabe la menor duda: el dolor, la enfermedad, la adversidad, la muerte de los seres queridos. Esas son cruces fácilmente visibles y apreciables. Pero además todos tenemos esa cruz de las pequeñas dificultades de todos los días".

Tras recordar que Benedicto XVI al renunciar a su pontificado dijo: "No abandono la Cruz, sino que permanezco de manera nueva junto al Señor Crucificado", citó al papa Francisco, quien en la misa del inicio solemne de su pontificado, afirmó: "La Cruz es la cumbre luminosa del servicio eclesial y del único amor que transforma la vida, las personas, la humanidad".

Por último, monseñor Polti pidió al Señor de Mailín que "nos dé un corazón semejante al tuyo y enséñanos a tener tus mismos sentimientos. Ayúdanos a amar a todos, sin excluir a nadie. Te pedimos la valentía de aceptar nuestra Cruz, que seamos capaces de asumirla y comprenderla".

La misa central de la fiesta en honor del "Cristo Forastero", que llevó por lema "Señor de Mailín, aumenta nuestra fe", fue concelebrada por el rector del santuario, presbítero Alejandro Gordillo, y otros sacerdotes que acompañaron a las delegaciones peregrinas.

La fiesta grande se realiza en mayo, en coincidencia con la Ascensión del Señor.

Texto completo de la homilía +

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