Jueves 25 de abril de 2024

FASTA celebró en Mar del Plata su cincuentenario

  • 24 de noviembre, 2012
  • Mar del Plata (Buenos Aires)
La Fraternidad de Agrupaciones de Santo Tomás de Aquino (Fasta) festejó los días 24 y 25 de noviembre en la ciudad de Mar del Plata los cincuenta años de su fundación. En la primera jornada, unos dos mil miembros de la institución compartieron una celebración eucarística, actividades recreativas y culturales y el acto central con el fundador y presidente de la institución eclesial, fray Aníbal Fósbery OP. Durante el domingo, acompañaron la ordenación diaconal de dos seminaristas del movimiento, y coronaron el encuentro con una cena de gala. Estuvieron presentes el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, el prior provincial de la Orden de Predicadores (dominicos), fray Pablo Carlous Sicouly, y el subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos, monseñor Miguel Delgado Galindo. Durante el domingo continuaron los festejos con las ordenaciones diaconales de dos seminaristas y una cena de gala.
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La Fraternidad de Agrupaciones de Santo Tomás de Aquino (Fasta) festejó los días 24 y 25 de noviembre en la ciudad de Mar del Plata la celebración de los cincuenta años de su fundación, ocurrida el 7 de octubre de 1962, fiesta de Nuestra Señora del Rosario, en la ciudad cordobesa de Leones.

Durante la primera jornada, unos dos mil miembros de la institución eclesial venidos de diversas partes de la Argentina, España, Perú, Ecuador y la República Democrática del Congo compartieron una celebración eucarística, actividades recreativas y culturales y el acto central, en el que se homenajeó a los miembros que en los primeros años acompañaron a fray Aníbal Fósbery OP, fundador y presidente de la institución.

Durante el domingo, acompañaron la ordenación diaconal de dos seminaristas del movimiento, y coronaron el encuentro con una cena de gala.

Las jornadas comenzaron con una celebración eucarística en el Complejo Polideportivo Municipal de Mar del Plata, donde fray Aníbal Fósbery presidió una misa de acción de gracias. Acto seguido, la Dirección de Educación de Fasta y la Organización de Juventudes ?rama juvenil del movimiento- ofrecieron una serie de actividades recreativas y culturales que duraron hasta las 17, momento en que los presentes se trasladaron para participar del acto central.

Durante el domingo, los asistentes acompañaron a los seminaristas David Adrián Bertinetti y Martín Miguel Calzada en su ordenación diaconal, que fue presidida por el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino. Luego de una tarde de exposiciones y actividades, compartieron una cena de gala que coronó los festejos.

Acto central
Luego de actividades recreativas y expresiones culturales de todas las delegaciones que conforman la obra de FASTA, los miembros de la institución eclesial se trasladaron a un salón de exposiciones de la ciudad, donde participaron del acto central de los festejos del cincuentenario.

A las 17.30, monseñor Antonio Marino, obispo de Mar del Plata, invocó la presencia de Dios para dar comienzo al homenaje. Luego de su intervención, el obispo cedió el micrófono a monseñor Miguel Delgado Galindo, subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos. El delegado del dicasterio leyó un mensaje del cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, quien transmitió su "cálida congratulación" a los miembros del movimiento y se disculpó por no estar presente, debido a su necesaria presencia en Río de Janeiro, donde se realizó un encuentro de delegados de todos los países con vistas a la Jornada Mundial de la Juventud de Río 2013.

El delegado dicasterial transmitió "un afectuoso saludo" y una "felicitación efusiva" al presidente y fundador de Fasta, y recordó que el movimiento nació cuatro días antes de la apertura del Concilio Vaticano II, que dedicó uno de sus documentos a desarrollar la necesidad de las asociaciones de fieles laicos dedicados a la evangelización.

En su misiva, el cardenal Rylko valoró los fines pastorales de Fasta, que, según su estatuto, persigue la perfección humana sobrenatural de sus miembros y la evangelización de la familia, la cultura y la juventud. "Es fundamental que todos los fieles laicos estén en todos los ámbitos de la sociedad", leyó el subsecretario del ente vaticano.

Asimismo, la carta recuperó el sentido del Año de la Fe proclamado por el papa Benedicto XVI, que busca ser "impulso para dar a conocer a Cristo a otros, de modo de transformar radicalmente sus vidas".

La participación del delegado vaticano culminó transmitiendo un cálido saludo a los más de 3.000 miembros presentes.

A continuación, el padre Guillermo Varela Oro, director del seminario de Fasta y primera vocación sacerdotal del movimiento, se explayó sobre el carisma propio de la institución. "Los primeros destinatarios del carisma de FASTA fueron los jóvenes, y eso es algo que no se debe olvidar nunca", recordó.

Acto seguido, y a título personal, destacó en la figura del fundador de Fasta, fray Aníbal Fósbery, las virtudes de la generosidad, la fidelidad y la misericordia. Asimismo, sostuvo que tales atributos deben contagiar la nueva evangelización que la Iglesia propone para estos tiempos.

"Somos jóvenes de 50 años; no se trata de nuestra edad, sino de FASTA. Estos festejos no buscar recordar viejas épocas. Hoy celebramos una gracia que ha querido Dios para nuestro tiempo, tanto así que el fundador aún está entre nosotros", valoró el presbítero, quien agregó: "Cincuenta años es poco tiempo, pero no podemos dejar de lado que han sido intensos. "¡Tenemos la fuerza de lo que nace!".

Homilía del fundador de Fasta
Los festejos de los cincuenta años del movimiento se habían iniciado por la mañana con la celebración de una Eucaristía, en la que el presidente y fundador de Fasta, fray Aníbal Fósbery, pidió a Dios "la perseverancia de todos los miembros de la fraternidad en el camino de la fe".

"¿Quiénes somos nosotros? ¿Cuándo nos llamó el Señor para finalmente seguirlos? ?expresó Fósbery en su homilía- .Somos los leprosos, los enfermos, los pecadores que claman al Señor para pedirle un milagro".

"Queridos, el Señor nos ha convocado ?agregó-. ¡El te llamó, y por eso estás aquí. Ustedes son peregrinos de esperanza, son los que están librando el buen combate para que Dios sea el que Es, para que Dios sea el Señor de tu biografía y de tu historia!"

"Ustedes son los llamados, pero deben librar el Buen Combate contra el yo, librar el Buen Combate contra la succión que puede provocar el amor propio", alertó el sacerdote dominico.

"Tú ya sabes quién es el Señor, quién es el Camino, la Verdad y la Vida ¿Acaso no lo conociste? Sí, ¿y en dónde? ¡En Fasta, mis queridos!", apreció. "El Espíritu nos llevó para donde iba a pasar el Señor. Comenzaste el camino penitencial y dijiste ?Boina orejeada, mochila y corazón?, y supiste que no se trataba sólo de cantar, sino también de elevar una plegaria al Señor", estimó el fundador, queriendo recorrer en su intervención la historia del movimiento.

"¡Pero el Señor nos pidió una paso más! ?expresó-. El Espíritu Santo nos sedujo, luego del camino penitencial nos llamó al combate con el mundo, contra el mundo, para hacer que Dios se revele en mi vida, para que Dios esté antes que nada". El sacerdote dijo que "Dios llama al combate del compromiso".

"La realización de mi vida afectiva, profesional y social debe ser un compromiso con Dios. ¿Qué importa si soy profesional, contador, ama de casa, empleado o abogado, si acaso no hago del Señor el centro de mi vida?", estimó. El fraile dominico quiso recuperar el carisma de Fasta, que invita a los miembros del movimiento a "construir la invisible presencia de Dios en los corazones" y "construir la presencia de Dios en la temporalidad".

"Decimos que en Fasta se nos manifiesta la experiencia del Reino; pero no lo puedo hacer solo: necesito de la gracia, los sacramentos, las virtudes, y también de los otros miembros de FASTA", agregó el sacerdote, queriendo hacer alusión a los convivios de surgieron para dar respuesta a la llegada de miembros adultos al movimiento, que nació como una organización juvenil.

"La fe no es sólo vocación ?expresó fray Fósbery-, también es una misión, que debo escuchar con coraje para decir ¡que sí al Señor!". "Hay que decirle que sí al Señor", reiteró.

"No dejemos la mochila. Falta mucho por andar. El papa nos dice que los nuevos movimientos de la Iglesia son un reaseguro contra el ataque del secularismo. Esa es nuestra misión: restaurar los valores de la cultura católica, con compasión de las multitudes que no conocen al Señor". ¡Debemos mostrar que es posible conocer y amar al Señor! , dijo a los presentes.

Hacia el final de su mensaje a las más de mil personas que lo escuchaban sentadas en las gradas del Complejo Polideportivo Municipal de Mar del Plata, Fósbery recuperó la figura con la que había comenzado su homilía: "¿Quiénes son los que caminan al lado del Señor? Son los leprosos, los enfermos, los pecadores".
"¡Falta mucho por andar! ?observó el fundador de Fasta-. No perdamos el fervor de los primeros tiempos, cuando sólo el caminar nos motivaba". "Queda mucho por andar", sintetizó. +