El recuerdo personal de un drogadicto en recuperación

Rafael entró en el paco hace años y le ha costado recuperarse, tuvo alguna recaída, internaciones en una granja de recuperación, pero se lo ve bien. "Yo lo conozco", dice, refiriéndose al papa Francisco, Rafael, de 26 años, quien se reconoce como un drogadicto en recuperación, asistido en el Hogar de Cristo, de la parroquia Nuestra Virgen de los Milagros de Caacupé, de Barracas.

"Yo lo conozco", dice, refiriéndose al papa Francisco, Rafael, de 26 años, quien se reconoce como un drogadicto en recuperación, asistido en el Hogar de Cristo, de la parroquia Nuestra Virgen de los Milagros de Caacupé, de Barracas.

"El caminaba en los pasillos de la villa. Era como si fuera uno más", dice al recordar al cardenal Jorge Mario Bergoglio este muchacho mientras mira la transmisión de su asunción en Roma en la Plaza de Mayo, a unos metros de la pirámide.

Rafael tiene no uno sino varios piercings en ambas orejas y en la nariz, luce un pañuelo en la cabeza y una bufanda en el cuello; lleva vaqueros gastados, con aberturas y algún signo de metal cerca de una rodilla, una campera celeste con el lema "Iron Maiden" y otros escritos en la espalda y los brazos. "Soy heavy metal, rockero", afirma, mientras compartimos un mate que hace circular a su alrededor.

Rafael entró en el paco hace años y le ha costado recuperarse, tuvo alguna recaída, internaciones en una granja de recuperación, pero se lo ve bien. Habla con tranquilidad y coherencia. Y se lo nota animado, con proyectos. "Estoy haciendo el secundario en la escuela de Caacupé y estoy haciendo un curso para ser acompañante terapéutico", dice. Había dejado de estudiar hacía cinco años y ahora está haciendo materias de tercero y cuarto año. Cuenta que ha asistido a retiros espirituales y se lo nota involucrado en la vida de la parroquia donde está el Hogar de Cristo y la escuela donde estudia.

¿Qué puede recordar de Bergoglio a quien vio muchas veces en la villa? "La humildad y la manera en que se dirigía a nosotros. Era como uno más". Señala "el apoyo que les da a los curas villeros", como José María "Pepe" Di Paola y Lorenzo"Toto" de Vedia. "No sólo trabajan, viven en la villa", dice Rafael y aclara: "En la villa no hay sólo chorros y "transas" (narcos); hay familias obreras, gente que trabaja, y que no se ve".

Rafael lamenta que los medios de comunicación no muestren más las cosas que la parroquia de Caacupé hace en la villa 21: hay grupos juveniles "precisa-, el colegio, comedores, un centro de formación profesional...

Señala que mañana,miércoles, cumple cinco años el Hogar de Cristo, instalado junto a la iglesia de Caacupé. Y recuerda que fue el cardenal Bergoglio quien lo habilitó: "El lo inauguro, él dijo la Misa allí". Supone que seguramente hubiera estado allí mañana, pero se da cuenta de que no le será posible porque tendrá que estar en Roma.

¿Qué le llama la atención de lo que enseña ese cardenal, hoy obispo de Roma, jefe de la Iglesia Católica en todo el mundo, con quien estuvo en distintos momentos en la villa 21? "Amar al otro, perdonar, dejar de lado el egoísmo, ayudarnos...".+ ( Jorge Rouillon)